Navidades cubanas en Cuba y en el exilio

Autor: Padre Ernesto Fernández-Travieso, S.J.

 

 

Por muchos años el régimen comunista de Cuba prohibió la celebración de las Navidades. Varias generaciones de cubanos crecieron sin saber lo que era la Navidad ni oír siquiera del misterio que cambió la historia del mundo.

En el exilio, otras generaciones fueron creciendo deslumbradas por unas fiestas adornadas con grandes luces y estrellas brillantes. Estas fiestas han ido degenerando en puro materialismo convirtiéndonos en descontrolados consumistas ajenos al verdadero sentido de la Navidad. Hasta ya casi está prohibido decir públicamente o poner letreros de ¡Feliz navidad!, sino el insípido: Happy Holidays… ¡Felices Fiestas… para comprar y consumirnos con la deshumanizante economía capitalista!

Los cubanos estamos entre dos fuegos y es muy fácil sucumbir ante estos dos extremos. Ambos materialismos niegan la existencia de ese Dios del amor que se hizo uno de nosotros para guiarnos a la salvación. Ese Emmanuel, que significa, como todos sabemos, Dios con nosotros, nos dejó un mensaje de libertad, activa comprensión, perdón y paz que nos lleva a la salvación y la felicidad eterna. Mensaje que todavía después de 2000 años nos cuesta trabajo comprender.

Dentro de Cuba muchos son evangelizados por primera vez a pesar de los esfuerzos contrarios del gobierno comunista totalitario.

En el exilio, sobre todo en Miami, muchos que salieron de Cuba con un ligero “barniz” de cristianismo, se dan cuenta ahora de la magnitud y la profundidad de esa fe. Cuando tantas religiones han caído obsoletas ante los cambios de la historia, el cristianismo nos da la única respuesta universal que, basada en la dignidad de todos los seres humanos, tiene sentido en este mundo tan complejo como confuso.

Si en verdad estamos preparando un futuro mejor para Cuba, tenemos que revivir nuestra fe, cada uno dentro de su corazón. A la vez tenemos que reforzar a la familia, atacada despiadadamente tanto por el consumismo capitalista, como por el fiasco animalizante del comunismo. Así podremos revitalizarnos para lograr la futura reunificación de toda la sociedad cubana.

¡Qué mejor ocasión que la Navidad para cambiar nuestro corazón! ¡Feliz Navidad!

Ernesto Fernández-Travieso, S.J., RADIO VATICANO
Colegio de La Salle del Vedado, Habana, Cuba
Promoción de 1956