Preguntas y respuestas

¿Para qué la historia de Adán y Eva?

Autor: Padre Ernesto Fernández-Travieso, S.J.

 

 

Nos preguntábamos en la anterior si Adán y Eva habían realmente existido, y vimos cómo los judíos en el siglo VII Antes de Cristo escriben su historia en la Biblia. Cautivos en Babilonia, los sabios del pueblo judío se preguntaban el porqué de su esclavitud. Habían crecido con la tradición desde Abraham que serían gloria en la historia y que su pueblo traería la salvación a toda la humanidad. ¡Eran el pueblo escogido por Dios! ¿Porqué, entonces, ese vergonzoso cautiverio?

 

Cayeron en cuenta que se merecían ese castigo por su repetida infidelidad a ese Dios que los había siempre ayudado de una manera especial. Entonces los sabios judíos pasaron por escrito toda esa historia contada de generación en Generación y su desenlace en la presente situación que parecía contradecir el maravilloso destino del pueblo judío. Así se elaboró la Biblia como un documento histórico único, escrito por todo el pueblo, no sólo por sus dirigentes.

 

Pero estos sabios dieron un paso más allá y con osadía ofrecieron a toda la humanidad, no sólo a su pueblo, su interpretación de la creación del universo y la aparición del mal. Los capítulos I y II del Génesis explican los inicios del universo y la aparición del Hombre y la Mujer creados libres y a imagen y semejanza de Dios su Creador.

 

Sus reflexiones son verdaderamente sorprendentes y tuvieron que ser un escándalo ante el pensamiento de aquellos pueblos antiguos.

Sin embargo, los babilonios respetaron a los sabios judíos y les dejaron usar las famosas bibliotecas de Asurbanipal. Allí estaban contenidos los primeros documentos escritos de toda la historia humana.

 

Los sabios judíos, muy inteligentemente, estudiaron y utilizaron historias, leyendas y alegorías muy conocidas por todos aquellos intelectuales de la antigüedad. Es curioso como la descripción de un paraíso terrenal, muy similar a la del Génesis, aparecía en el  antiquísimo poema llamado Enuma Elish (ca. Siglo XIX A.C.) La referencia a un gran diluvio aparece ya en el Gilgamesh, otro antiguo poema.

 

Se deduce que los primeros capítulos del Génesis necesariamente se escribieron con historias “prestadas” de documentos babilonios, pero con una gran diferencia: estas historias ahora tenían un significado distinto y contenían una enseñanza. Los judíos explicaban la Creación y a su Creador de un modo muy diferente a los mesopotámicos. Todo estaba ordenado bajo la luz de un Dios único, omnipotente y todopoderoso. Sus criaturas, Adán y Eva, eran formados como colaboradores y no víctimas, como en las creencias mesopotámicas. La “caída” en el pecado de Adán y Eva que simbolizaban a la humanidad entera, era producto de su libertad, de su orgullo, no por capricho de los dioses.

 

Los judíos querían explicar a su pueblo la razón de su desgracia por abandonar al Dios bueno. Llevaban ahora a toda la humanidad la explicación del mal y de la tendencia del hombre, en su uso de razón, a rebelarse contra su propio destino por orgullo y arrogancia, producto de la libertad conque Dios los había creado.   

 

Seguiremos ahondando sobre Adán y Eva en la próxima publicación para contestarnos  tantas preguntas que nos suscita el Génesis con los misteriosos personajes de Adán y Eva.