Disfrutar, disfrutar, disfrutar

Autor: Eva Ferraz



Por si alguno no lo sabía, el fin del hombre en esta vida es el disfrute a tiempo completo. Y puesto que ello no es posible, nos embaucan como clientes compulsivos de grasas saturadas y azúcar a rebosar, cuando no de cualquier trasto novedoso o gasto excéntrico. Hasta los mismos gobiernos velan por arrastrarnos al goce del sexo: disfrutar es lo importante y la instrucción en las artes venéreas desde la diversidad, para que no nos aburramos, llega recién estrenada nuestra infancia. Y cuando aterrizamos en la universidad nos recuerdan, con un pack de preservativos, que tan importante es follar como estudiar. Pero reconozcámoslo, pronto se obligará a enmendarse a los obesos por su irresponsabilidad, falta de control y el gasto sanitario que originan. Pero no a los libertinos sexuales a pesar de que el SIDA, la sífilis y demás enfermedades venéreas son peores que 10 kilos de más. Sabido esto intervienen con frenesí: más información sexual, más preservativos, más píldoras del día después y más aborto. Temen que alguno se aficione a la castidad y les eche en cara que hay vida más allá del astro rey sexo.