Vacunas y virginidad

Autor: Eva Nordbeck

 

 

Las autoridades sanitarias han convenido incluir la vacunación contra el virus del papiloma humano, causante de la muerte anual de un porcentaje nada despreciable de mujeres. Dicho virus se contrae vía genital y en proporción al número de contactos sexuales. De poco sirve el preservativo porque el contagio es piel a piel. El enorme gasto sanitario que conllevará podría reducirse drásticamente si en las escuelas se enseñara a guardar la intimidad sexual. En efecto, la virginidad hoy cuenta con pocos adeptos, no tanto entre la juventud sino entre la edad adulta encargada de velar por su educación. Son muchos los niños empujados a "probar" ya que desde las atalayas mediáticas y educativas les promocionan la actividad sexual sin ningún escrúpulo. Nacen así jóvenes no aptos para guardar la castidad y hacen desgraciado su matrimonio. Nadie les ha enseñado que la virginidad es fuente de fuerza para afrontar las dificultades propias de la convivencia matrimonial y que no pueden ser superadas cuando el amor se ha roto sin conservarse por las relaciones íntimas previas a la boda