El Pan de tu Palabra
Mt 23,1-12

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

. APUNTE BÍBLICO-LITÚRGICO

* La tercera consigna para la Iglesia (cf. los dos Domingos anteriores) es la fraternidad y el servicio, contrapuestos a la incoherencia y la vanidad de los que mandan (cf. 1.a Lect.). A los elegidos para establecer la Iglesia, Jesús dice que no alardeen de sus puestos, porque “uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos... el primero entre vosotros será vuestro servidor”.

* En nuestro tiempo, como en los primeros, tiene también lugar la tentación correlativa: la ambición de los primeros puestos, por parte de los que no los detentan (cf. Mt 20,24-28).

* Por fin, la crítica a los títulos de “maestro... padre... jefes” no se entiende literalmente, pues el mismo NT utiliza esos términos.

III. SITUACIÓN HUMANA

* La sencillez, la fraternidad, el servicio... son virtudes subrayadas en nuestro tiempo. Proporcionan paz en este mundo tan competitivo. Bella oración la del salmo responsorial: “Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor,... no pretendo grandezas...”

IV. LA FE DE LA IGLESIA
* La fe

_ “... Nadie se puede dar a sí mismo el mandato ni la misión de anunciar el Evangelio... Eso supone ministros de la gracia, autorizados y habilitados por parte de Cristo” (875).
_ Para una mayor profundización en la constitución jerárquica de la Iglesia: 874-879. 1536. 1546-1571.

* La respuesta

_ Por parte de la jerarquía, fidelidad al ministerio:
“Ante la grandeza de la gracia y del oficio sacerdotales, los santos doctores sintieron la urgente llamada a la conversión con el fin de corresponder... a aquel de quien el sacramento los constituye ministros...” (1589). Y actitud de servicio: “El carácter de servicio del ministerio eclesial está intrínsecamente ligado a la naturaleza sacramental... dependiente de Cristo que da misión y autoridad, los ministros son verdaderamente esclavos de Cristo... [y] esclavos de todos” (876).
_ Para el desarrollo del ministerio: 888-896.
_ Por parte de los fieles:
No encerrarse en sí oponiendo “la conciencia personal y la razón a la ley moral o al Magisterio de la Iglesia. Así puede desarrollarse entre los cristianos un verdadero espíritu filial con respecto a la Iglesia. Es el desarrollo normal de la gracia bautismal que nos engendraó en el seno de la Iglesia y nos hizo miembros del Cuerpo de Cristo” (2039-2040).
_ Sobre la personalidad cristiana de los laicos: 783-786. 871-873. 897-913.

* El testimonio cristiano

_ Los laicos “tienen el derecho, y a veces incluso el deber, en razón de su propio conocimiento, competencia y prestigio, de manifestar a los pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia y de manifestarla a los demás fieles, salvando siempre la integridad de la fe... la reverencia hacia los pastores...(CIC can. 212, 3)” (907).

A la jerarquía se le pide fidelidad y actitud de servicio fraternal en el cumplimiento de su misión. A los fieles se les pide espíritu de comunión eclesial.






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