Postal a los jóvenes
La voluntad de Dios y tu vida
Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB
““Dios nos ha salvado y nos ha llamado a una convocación santa, no por nuestras obras, sino según su propio designio y según la gracia que se nos ha dado en Jesucristo antes de los tiempos eternos” ( 2Timoteo 1,8-9).
Hoy, millones de personas se sienten mal con el trabajo que ejercen.
En un sondeo reciente, la “Inc.magazine” anunciaba que solamente el 13% de los participantes “restaban plenamente satisfechos” de su situación profesional. Muchos son desgraciados o infelices y experimentan un sentimiento de insatisfacción. Algunos piensan que podrían llevar otra clase de vida. Otros se sienten frustrados por causa de sus superiores, sus colegas o sus tareas profesionales. E inseguros de los planes de Dios para ellos, muchos creyentes se preguntan si el trabajo que ejercen actualmente está bien según su voluntad para su vida.
Enfrentados con tales cuestiones, muchas personas desarrollan malas actitudes. Se quejan, se inquietan o se dejan llevar por el descontento. Se preguntan si deberían callarse o decir en voz alta lo que piensan verdaderamente...quedarse en su puesto o buscar otro empleo.
En tales momentos, es esencial orar y volverse a la Palabra de Dios.
Una mujer que hacía frente a una situación de trabajo difícil ha llamado recientemente a la cadena (Networks) y ha tenido una conversación con un consejero espiritual. Se sentía desesperada y profundamente afectada por su situación, pero después de haber rezado con el consejero espiritual, todo cambió en ella. Más tarde, dio testimonio de que Dios había intervenido en su situación y todo se había resuelto.
Hoy,¿encuentras problemas en tu vida de trabajo?¿En tus finanzas?¿En tus relaciones? ¿En tu familia? ¿En tu salud? ¿En la dirección que debes darle a tu vida?
Dios quiere que sepas que hay un fin y un plan para tu vida. Invócalo desde ahora mismo. Somete a él tu vida y pídele prudencia. Ofrécele todo lo que tienes como un sacrificio vivo para él.
Una oración para hoy: Padre, pongo en tus manos estas situaciones difíciles a las que estoy expuesto. Por favor, concédeme tu paz y dirige mis pasos. Sé que tienes un plan para mí. Tengo confianza en ti. En el nombre de Jesús. Amén.