Postal a los jóvenes

Pacto con mis ojos

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Concluí un pacto con mis ojos: no debían mirar nunca con deseos a una joven Job 31,1

En una de sus obras sobre la tentación, el evangelista americano Billy Graham, subrayaba el hecho que muy a menudo no podemos escapar de “nuestra primera mirada”. Por ejemplo, conduciendo echas tu mirada a una anuncio erótico, no eres nada pues no has pedido nada, ni buscado nada. Por el contrario, pon atención a tu segunda mirada. Es la del deseo, codicia, la que te lanza a fijar tu mirada a donde no debería. Se apodera de tu
imaginación.

Sé consciente de que la infidelidad no se ha consumado en el momento de la relación sexual. Comienza en el momento en el que la mirada hacia ella se desplaza. Jesús dice: "Cualquiera que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio en su corazón" (Mateo 5,28).

He aquí algunos principios que te podrán ayudar:
En primer lugar, es primordial evitar las situaciones ambíguas. Apártate de las trampas, sean imágenes de cine, palabras o simples miradas de intercambio en los encuentros. Infórmate antes de los programas y deja de
verlos si atentan contra tu fidelidad al Señor y a tu prometida o mujer.

No veas escenas que te induzcan a la tentación. Ten un confidente. Elige a una persona capaz de aceptar tus secretos, incluso los más íntimos.
No esperes caer para encontrar un hermano de armas. Ser probado no ha sido nunca un pecado, también lo fue Jesús. Está bien confiarse. NO hay nada de vergonzoso en ello. Un consejo prudente prefiere que esta unión de compartir sea más bien de un hombre a un hombre y de una mujer a una mujer.
En fin, vigila y ora pues la carne es débil. Intercede cada día, como te enseña el Señor :

"Líbrame del mal, no permitas que caiga en la tentación" (Mateo 6,13). Las mejores resoluciones del mundo se estrellan pronto sin la ayuda del Señor.

UNA ORACIÓN PARA HOY

Padre, hoy quiero hacer un pacto con mis ojos. Ayúdame a no mirar con malos deseos y no permitas que caiga en la tentación, amén.