Postal a los jóvenes

Muéstrale amor

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB   

 

 

“Animaos todos con los mismos pensamientos y los mismos sentimientos, llenos de amor fraterno, compasión y humildad. No devolved mal por mal, o injuria por injuria; bendecid, por el contrario, pues a eso habéis sido llamado, para heredar la bendición” (1 Pedro 3,8.9).

La Biblia te anima a tratar a tu cónyuge con una forma simpática o fraterna.
Este pasaje de la Biblia se refiere a la palabra griega “fileo”: el amor que sientes con un amigo. Algunas personas tienen más consideración o comprensión por las faltas de sus amigos o las de su marido o de su mujer. Se excusan a gusto de la actitud de sus amigos. Dicen: “Bah, no es eso lo que él ha querido decir, o ella siempre ha sido así”.

Pero estas mismas personas pueden fácilmente ocultar los errores de su cónyuge. En lugar de reírse d ello,-como la harías con un amigo-, permites que las imperfecciones y las debilidades de tu cónyuge te irriten.

Pasa la esponja sobre las cosas pequeñas que te han irritado algunas veces y comienza a buscar ocasiones que te animen y te hagan alabar las cualidades de tu cónyuge. Aprende a reírte junto con ella de las cosas que antes eran causa de disputas y riñas. Aprecia a tu cónyuge y aprovecha lo mejor posible tu tiempo con ella.

Cuando os honráis y animáis mutuamente, vuestras bendiciones comenzarán a multiplicarse de una manera que ni siquiera os habíais imaginado, y cada amanecer será todavía más luminoso que hoy.

Una oración parta hoy: Padre, después de ti, mi cónyuge será mi prioridad número uno. Hoy voy a pasar la esponja sobre mis faltas y hábitos que, ayer, me habrían irritado. Ayúdame a ver a mi cónyuge como lo haces: como la persona perfecta para mí en todas las cosas, En el nombre de Jesús. Amén.