Postal a los jóvenes

Tu llamada, tu misión

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

"Eran 212 los elegidos para porteros , y registrados en las genealogías según sus pueblos; David y Samuel al verlo, los establecieron en sus funciones. Ellos y sus hijos guardaban las puertas de la casa de Dios, de la casa de la tienda” (Crónicas 9,22-23)


Entre los millares del pueblo de Israel, 212 personas fueron elegidas para guardar las puertas de Israel,212. Y cada uno de estos porteros tenía una visión particular y un papel único. Algunos eran responsables de las lugares del los tesoros. Otros, accesorios utilizados con motivo de los servicios y otros utensilios. Algunos eran responsables de la “composición de los perfumes aromáticos". Y otros encargados de los panes de la proposición.
Cada deber era importante y la Biblia declara que cada uno de ellos se consagraba a tener competencias necesarias. La comunidad dependía del buen funcionamiento de cada uno en la misión que se le había asignado. Era un "trabajo de confianza".
Igualmente que estos porteros se entregaban a su misión cada uno tenía un papel y recibió una misión de Dios.

Sin embargo, muchos no siguen su llamada porque se distraen por sus preocupaciones y problemas. En lugar de concentrarse en su deber, se quejan de su trabajo o patrono, por ejemplo. Se dejan afectar por las preocupaciones y los problemas y se sienten frustrados y encolerizan o desalientan. Algunos se preguntan si lo que hacen tiene importancia, o deben realmente hacer lo mejor.

Todos debemos acordarnos de estos 212 guardias de puertas. Lo mismo que el resto de Israel dependía de estos hombres, el Cuerpo de Cristo cuenta con vosotros en lo que concierne a la misión que habéis recibido. Hay una llamada particular para vosotros, una misión querida por Dios. Hoy, comprometeos en cumplir con esta misión.

Y hacedlo con pasión, aplicación y con excelencia.

Una oración para hoy

Padre, muéstrame claramente la misión específica que me has dado. Me consagro al cumplimiento de esta misión. Te doy mi tiempo, mis talentos y mis recursos,. En el nombre de Jesús, amén.