Postal a los jóvenes

Dios es bueno siempre

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

Sin ir a buscar tan lejos, para ti y tu vida, tus circunstancias y tu iglesia, Dios es bondadoso hoy. Sucede a menudo que reaccionamos mal frente a las dificultades de la vida, a las circunstancias contrarias, hasta en las pruebas dolorosas y dudamos que esos días, Dios sea bueno. Pero a pesar de eso y por encima, Dios es todavía bueno y su bondad por ti no ha desaparecido. Permanece la misma. ¿Lo crees?

'Pues Dios es bueno, su bondad dura de siempre y su fidelidad de generación en generación'(Salmo 105).


Es importante observar que en toda la Biblia, la bondad de Dios y su fidelidad marchan a la par. Son indisociables. Esto debería reafirmarte en tus pruebas. Bien entendido que el duro golpe que acabas de tener, te lleva a plantearte miles de cuestiones; por supuesto que te preguntas lo que Dios hace, y llegas siempre a la misma conclusión: no sabes lo que Dios quiere con eso. Pero deja de inquietarte. El sabe bien lo que hace, lo que está haciendo contigo y no permitirá que esta prueba supere los límites que él ha fijado contigo. Es una de las múltiples expresiones de su bondad.

Por otra parte, no dejes a Satanás la ocasión que te sugiera que esta prueba es obra de Dios, que te ha enviado esta enfermedad o no sé qué otra cosa. Tu prueba puede ser el resultado de tu propia locura y la manifestación de la maldad de Satanás, o bien la adversidad ligada a aquí abajo. Es todo. Una cosa debe afectarte ahora.:a pesar de la prueba actual, Dios es bueno siempre y su bondad y te sacará de ella aunque no sepas cómo. No lo dudes.

Aunque hayas cometido los peores errores, su bondad actuaré en tu favor. Ninguna nube ha impedido que salga el sol; lo pueden ocultar, pero el sol cumple su curso. Igual sucede con la bondad del Señor; ninguna prueba podrá impedir que la bondad de Dios se renueve para ti cada mañana.

Una oración para hoy

Vengo a ti en nombre de Jesús. Te ruego que me ayudes a mirar por encima de las contingencias terrestres, Señor; quiero considerar tu gran bondad y tu gran fidelidad y que me esperes en todo instante. Gracias por tu bondad que dura para siempre. Amén