Postal a los jóvenes

La Anunciación del Señor

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

Alégrate con María. Ella se abrió de par en par al anuncio de Dios. En ella floreció Jesús, el Salvador. María te invita a elegir la luz, a elegir la vida. María te regala al Dios con nosotros. Dios tiene proyectos de vida para ti. Pregúntale por ellos. Ábrete al Espíritu, él fortalece tu debilidad para que puedas decir sí. Ofrece tu vida a Dios, él es el alfarero que puede modelar una hermosa vasija con tu barro.

Yo soy, Señor, lo que tú dices de mí. Yo soy, Señor, lo que tú me amas.

Lc 1,26-38: Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo

Este evangelio nos enfrenta al misterio de la Encarnación de Dios mismo, quien elige a una mujer sencilla de Nazaret para albergar en su vientre a su Hijo. La vincula así de manera especial a la historia de la salvación. Esta manifestación de Dios sorprende a María, quien en principio no entiende el pedido de Dios; pero se acoge sin reservas a la voluntad divina.

María es una mujer creyente que asume la responsabilidad de ser la madre del Salvador y de aportar a la revelación de Dios a la humanidad. Al celebrar la fiesta de la Anunciación es importante tener en cuenta dos aspectos vitales en la experiencia de fe cristiana: primero, la manifestación de Dios a la humanidad a través de personas muy sencillas pero con una fe profunda; segundo, el contenido del anuncio, que es la salvación misma.

Hoy, cuando el mundo en el que vivimos se desmorona por el hambre y la tragedia de la guerra; cuando las diferencias sociales y económicas generan tanta injusticia y exclusión, necesitamos anuncios de salvación y testimonios como el de María, para la dignificación de los pobres de la tierra.