San Ángel Mayo 5

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

Etimológicamente significa "mensajero". Viene de la lengua griega.

Este "ángel de Jerusalén", como se le solía llamar, nació en esta ciudad en el año 1185 y murió en Sicilia el 5 de mayo del 1220.

A veces no hay suerte en el recorrido que se hace cada día por el santoral. En el caso de Angel, no hay mucho material en el que fijarse para estudiarlo brevemente.

Con motivo de su martirio, uno de sus hermanos, el P. Henoch de Jerusalén, se montó una biografía fantástica e irreal de su hermano.

Los Padres Carmelitas, cuando hicieron la reforma del Breviario en 1932, señalaron algunas de las cosas extrañas que se cuentan de Angel.

Dicen que nació milagrosamente del seno de una judía convertida y que bien podría haber sido su bisabuela. A pesar de su edad, le daba el pecho cada día aunque fuera ya un ermitaño mayor y asceta.

Tan sólo se negaba a tomarlo el viernes, porque era su día de penitencia.

Pero desde que empezó a evangelizar a Palestina, comenzó a obrar milagros y prodigios ante la expectación de la gente. Lo mismo podía hacer caer fuego del cielo o que se hundieran los barcos de los sarracenos en el mar; lo mismo que podía dejar ciegos a quienes no prestasen atención a sus palabras que parar las aguas del río Jordán.

Y así enumera muchos prodigios atribuidos imaginativamente a su hermano Angel. Una pena.

Ante tanto prodigio, se levantaron algunos que no lo creían e incluso lo amenazaron de muerte.

Fue entonces cuando cogió el camino del desierto en el que permaneció durante cinco años, hasta el día en que Cristo, rodeado de ángeles u santos, vino a anunciarle que partiese para Italia.

La verdad histórica es que entró en los carmelitas de Palestina a los 18 años, lo ordenaron de sacerdote y que en 1219 lo enviaron a Roma para defender los derechos de la Orden carmelitana. De aquí se largó para Sicilia con el fin de combatir a los cátaros. Y en Sicilia le dio muerte un señor que había pecado de incesto.

¡Felicidades a quien lleve este nombre!

"Cuida los minutos, pues las horas se cuidarán de sí mismas" ( Chesterfield).