San Felipe Neri, Mayo 26

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Etimológicamente significa "amante de los caballos". Viene de la lengua griega.

Este joven florentino marcará un hito en la historia de la Iglesia. Desde muy pronto pasó a la ciudad de Roma, donde tendría lugar su trabajo con la juventud y con la fundación de una nueva obra en la Iglesia.

Se convirtió en seguida en un santo popular. Su trabajo apostólico lo reconoció la Iglesia universal. A tan alto nivel llegó su fama de santidad que decían de él que, después de san Pedro, sería el segundo patrono de Roma.

¿Qué caracteriza a este santo?

En primer lugar, una rara combinación de piedad alimentada por la espiritualidad de los Padres del Desierto y, en segundo lugar, un ministerio activo entre la juventud abandonada de la ciudad eterna.

No podía ver a un joven triste. A él se le atribuye la frase dictada a sus alumnos: << Tristeza y melancolía, fuera de la casa mía>>.

Siglos más tarde, D. Bosco retomaría esta misma sentencia para sus escuelas y Oratorios.

Su idea era que el joven viviera alegre el Evangelio. Cuando le propusieron ordenarse de sacerdote, lo aceptó para entregarse más de lleno a sus jóvenes.

Logró formar en torno suyo a una pléyade de jóvenes formando el "Oratorio", es decir, lugares en los que el joven pueda jugar, hacer oración, y aprender mediante reflexiones alegres la síntesis de la doctrina cristiana.

Este santo supo unir en su persona la cultura más refinada en bien de sus amados chicos con una santidad evangélica fuera de serie.

Lograba encandilar a sus amigos con sus gracias y sus juegos. Dada la importancia de la obra del Oratorio, el cardenal Bérulle y el Padre Condren implantaron su fundación en Francia.

Es curioso que el mismo Goethe sentía una admiración extraordinaria por san Felipe Neri, aunque no compartiera la misma fe.

Igualmente le ocurrió a otro gran universitario de Oxford. J.H. Newman. Decía que no le hubiera gustado aprender nada más que en la escuela de san Felipe.

Debido a su humor en el trato con los chicos, D. Bosco lo distinguió siempre como a uno de sus santos preferidos. Murió en el año 1595.

¡Felicidades a quienes lleven este nombre!

"Para ser feliz en el amor uno debe saber, sin cegarse, cómo cerrar los ojos" ( Achard).