San Tarsicio, Agosto 15

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

Etimológicamente significa “valiente”. Viene de la lengua griega. 

Y como nada amplio se realiza sin una vida interior, no podrás dejar de acercarte a beber en las fuentes.

<<Los llevaré a manantiales de agua por el camino llano, en que no tropiecen. Porque yo soy para mi pueblo un padre>>. Sacaréis agua con gozo de los hontanares de la salvación>>. 

Fue mártir. Es toda una honra para la Iglesia por su testimonio.

Estamos en el siglo IV. Llevaba la sagrada hostia por las calles de Roma  para dar la comunión a los cristianos que estaban encarcelados.

Estos creyentes que llevaban el cuerpo de  Cristo por las  calles, se jugaban la vida a cada instante.

Marchaba Tarsicio por las avenidas de Roma sin miedo a nadie. Llevaba consigo  el manantial que hace surgir el agua y la vida hasta la eternidad.

No sospechaba en su inocencia que le iba a ocurrir algo malo.

Cuando se acercó a  una cárcel y pidió permiso para entrar en ella, los guardia vieron  que llevaba algo escondido.

La sagrada forma la lleva en el pecho. Los soldados, salvajes e ignorantes, querían tirarla por el suelo y profanarla.

Tarsicio, gritando con todas su fuerzas, se oponía a que lo hicieran.

Los soldados, sin tener en cuenta su corta edad, comenzaron  a maltratarle tan fuerte que llegaron a darle muerte.

Este relato aparece escrito en una inscripción de san Dámaso en el siglo IV. Fue enterrado en el cementerio de san Calixto que, en la actualidad, desde Juan XXIII, está a cargo de los SALESIANOS. 

¡Felicidades a quien  lleve este nombre! 

“El mundo recompensa con frecuencia más las apariencias del mérito que el mérito mismo” (Rochefoucauld).