Tendencia hacia abajo

Autor: Padre Francisco Baena Calvo

 

Jesús de Nazaret tenía una especial predilección hacia los marginados y una “tendencia hacia abajo”.

Y algo que constituía un rasgo de su ministerio en su vida pública fue la comida con los pecadores, que tenía una intencionalidad clara: anunciarles el verdadero rostro de Dios y decirles que estaba de su parte.

 

Y estas comidas con los pecadores donde Jesús ejercía de comensal se convirtieron en referente para la primera comunidad cristiana, que desde siempre remitió la “fracción del pan” (Eucaristía) a estas comidas como una de sus fuentes más evidentes.

 

Las comidas de Jesús con los pecadores y marginados escandalizaban a los “santones y justos de turno”, y esa acogida es la que provocaba la conversión y el reencuentro consigo mismos y con Dios.

 

Y ahora, nosotros, auténticos pecadores en la ruta de la vida, se nos pide asistir a la Eucaristía con la misma novedad y misericordia de antaño, al tiempo que nos haga conscientes que desde una actitud de “verdaderos pecadores e indignos de acercarnos al Santo con mayúsculas” podemos alcanzar la misma acogida de Jesús de Nazaret.