¿Reemplazará la educación virtual a la tradicional?

Autor:  Abel Rangel

Fuente: Gama

 

 

“Durante los últimos años hemos contemplado con asombro cómo la aparición de nuevas tecnologías ha ido desplazando, poco a poco, a los antiguos métodos empleados durante tantas décadas en los diversos campos del proceder humano. Es este el caso de sectores como el de las comunicaciones, en el que medios tan convencionales como el correo tradicional, se han ido reemplazado por otros mucho más efectivos y eficaces como el correo electrónico (e-mail).

Este último permite enviar y recibir mensajes escritos, de un lado a otro del planeta en cuestión de segundos, dejando atrás los largos días, semanas e incluso meses que había que esperar para recibir una carta mediante el correo tradicional. De esta misma manera muchas otras actividades se pueden realizar con la ayuda que hoy nos presta la plataforma internacional de comunicación “Internet”.

Compras en un centro comercial, reservas de vuelos, entradas para el cine, buscar a tu perro perdido… Parece ser que muchas de las actividades que antes implicaban cierto esfuerzo e inversión de tiempo para realizar largos desplazamientos, con instrumentos como estos estarían condenadas a desaparecer por completo, sin dejar el menor rastro de nostalgia en el corazón de los hombres modernos.

Pero no siempre la idea de adoptar estas nuevas tecnologías es tan fácil de asimilar, sobre todo cuando ello implica cambiar sistemas que durante siglos han dado buenos resultados y que involucran campos tan esenciales de la vida humana como la educación.

Hoy surge con bastante fuerza y aceptación, la opción de las aulas virtuales. Esta tecnología permite a los estudiantes participar de clases, realizar trabajos, hacer investigaciones e incluso laboratorios sin salir de sus hogares. ¿Qué joven estudiante, alguna vez en su vida, no se ha planteado esta maravillosa posibilidad?

Pero antes de entrar a examinar las ventajas y desventajas que presenta este sistema, veamos un poco a qué nos estamos refiriendo cuando usamos el término “virtual”. Según el diccionario de la Real Academia , la palabra virtual proviene del latín virtus, que significa fuerza, virtud. Algo que tiene virtud para producir un efecto, aunque no lo produce de presente, frecuentemente en oposición a efectivo o real. Algo que está implícito, tácito, que tiene existencia aparente y no real.

Una definición más cercana a lo que conocemos hoy en día como virtualidad es: Un tipo de espacio creado, no físicamente sino a través de las distintas tecnologías informáticas, que imita mediante diseños gráficos, situaciones o elementos del mundo real: un juego virtual, un tour virtual, un aula virtual etc...

Ahora sí cabría cuestionarnos qué entendemos por educación tradicional y qué por educación virtual, ¿Cuáles son sus similitudes y diferencias y cuáles sus ventajas y desventajas?

La educación tradicional es el modelo más común que actualmente conocemos y que se aplica en la gran mayoría de centros de enseñanza. Consiste en la asistencia física de los estudiantes a los establecimientos de colegios y universidades en donde se tienen las lecciones dictadas por un docente por medio de la exposición de un tema en tiempo y espacios reales.

La educación virtual por su parte toma como base el modelo de la educación tradicional, pero en este caso tanto el alumno como el profesor pueden interactuar estando en lugares distintos y en algunos casos en diferente tiempo.

La educación virtual surge a raíz de la aparición de las nuevas tecnologías como ya lo hemos mencionado, pero tiene sus antecedentes en algunos métodos de educación a distancia en los que por medio de textos guía, grabaciones magnetofónicas y el correo tradicional, se le permitía a los estudiantes hacer parte de un programa de enseñanza, accediendo así a títulos académicos totalmente válidos.

En un inicio la educación virtual nace como alternativa para las personas que, como en el caso de la educación a distancia, no pueden desplazarse de sus hogares a los institutos, por diversas razones como impedimentos físicos, la residencia en lugares bastante apartados de los centros, la falta de tiempo debido a diversas ocupaciones o compromisos, e incluso por vergüenza al sentirse demasiado adultos para asistir a cursos elementales.

Sin embargo actualmente la educación virtual se plantea como una opción de aprendizaje para cualquier tipo de personas, incluso niños y jóvenes con todas las facultades y disponibilidad de tiempo.

Las ventajas que se ofrecen son muchas: Los costos reducidos en materiales escolares, libros, cuadernos, plumas, etc... la eliminación de otros gastos como el transporte y la alimentación fuera de casa, y todas las demás inversiones y riesgos que implica cualquier desplazamiento. Además se añaden otras grandes ventajas como la posibilidad de consultar innumerables fuentes de información, tener a la mano gran cantidad de recursos audiovisuales, poder recibir clases de profesores de gran categoría procedentes de cualquier parte del mundo, la posibilidad de que cada alumno vaya a su propio ritmo sin tener que atenerse a las capacidades y aptitudes intelectuales de sus compañeros, y la realización y presentación de trabajos, exámenes e incluso recepción de certificados desde su propio lugar de trabajo, entre otras…

Aunque a primera vista todo esto puede parecer bastante atractivo, hay que ponderar algunos aspectos que pueden cuestionarnos acerca de la implantación de estos nuevos métodos de enseñanza.

Debemos ser concientes de que se requiere una gran responsabilidad para afrontar la libertad que implica estudiar desde la casa sin tener personas que estén presentes para guiar y supervisar el trabajo. En este caso existen varios peligros sobretodo para los niños y adolescentes que aún no poseen una conciencia clara del valor del tiempo y de su aprovechamiento responsable.

Algunas personas también afirman que se podrían generar vacíos en la educación sobre todo en los campos sociales y en las destrezas motrices, por la falta de interacción física con otras personas y el aislamiento en lugares reducidos donde no se tiene contacto ni con la naturaleza, ni con el entorno social. Por ejemplo se podrían obtener mentes muy brillantes, pero incapaces de trabajar en equipo.

Actualmente existen varios colegios y universidades que han comenzado a hacer uso de este sistema, pero aún hace falta algún tiempo para que comiencen a mostrarse los resultados concretos e implantarse como una nueva forma de educación.