Bimilenaria Astúrica Augusta

Autor: Astor Brime   email: gegarcas@hotmail.com

 

 

Por las orillas del alma
se mueren de amor las flores.
En los ojos de la luna
se irisan resurrecciones.
Ángeles pregonan albas
en los gallos de las torres.
En mármoles encendidos
brazos de cruces recogen
laureles para luceros 
en brasas de corazones.
Se ha puesto Pentecostés 
su terno de girasoles.
En un jardín de custodias
el eco de Dios responde
con aromas de aleluyas
a preguntas de los hombres.
Luce el año dos mil cinco
rosetón de dos mil soles.

Sobre carieles de nubes,
un cielo de catedrales.
Bailando en los carillones
repican a Dios los ángeles.
Respuestas de siemprevivas,
en procesión de carruajes,
teclean en las estrellas
bimilenarias vestales.
Arde en oros el topacio,
las perlas en oros arden.
Vienen en alas coronas
para frentes zodiacales;
le besa a la tierra el cielo,
el sol le borra a la tarde
su anuncio de cementerio
con sus luces de romance,
mientras clava la Vialáctea
flores en montes y valles.
Sobre el fuego de una rosa
Astorga en dos mil alardes.