Sobre fe, razón y libertad 

Autora: Jesús Domingo Martínez

 

 

El Papa Benedicto XVI en el Aula Magna de la Universidad de Ratisbona, en el magistral discurso que pronunció hizo unas lúcidas reflexiones sobre la religión y la libertad del hombre, para proclamar la incompatibilidad de la violencia y la amenaza con la inculcación en el ser humano de una sincera profesión de fe. Al hilo de este argumento, bien expresivo del profundo humanismo del Santo Padre y de su compromiso con la libertad individual, Benedicto XVI condenó el ejercicio de la violencia en nombre de la fe, citando concretamente el «yihad» como un acto de agresión a Dios. 

Sin embargo, como informó el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede: "Debido a las reacciones de dirigentes musulmanes sobre algunos párrafos del discurso del Papa en la Universidad de Ratisbona es oportuno resaltar que, como se desprende de una cuidadosa lectura del texto, el Pontífice rechazaba de manera clara y radical las motivaciones religiosas de la violencia… Ciertamente no era su intención ofender la sensibilidad de los musulmanes". 

Respetar lo sagrado es una de las constantes en los discursos del Papa en este caso aparecía claramente la advertencia "dirigida a la cultura occidental" para que se evite el desprecio de Dios y el cinismo que considera el desprecio de lo sagrado un derecho de libertad. En clara alusión a la supuesta tolerancia que reivindican los que atentan contra las creencias de otros, el Papa afirmó también en la misa que ofició el 10 de septiembre en Munich que "tolerancia significa respetar aquello que para otros es sagrado". Desgraciadamente esto no lo oyeron ni islamistas ni laicista