Comentarios la Suma Teológica de Santo Tomas de Aquino

El Sacramento de la Unción de los enfermos

Autor: Padre Jesús Martí Ballester

Sitio Web del Padre

 

 

El sacramento de la Unción de los enfermos es el último de los que se refieren a los cristianos individualmente considerados. Así como la confirmación seguía al bautismo, al que completaba, al sacramento de la penitencia sigue el sacramento de la santa unción, estimado por los Padres de Trento, como consumativo, no sólo de la penitencia, sino también de toda la vida cristiana, que debe ser penitencia perpetua.

Ya hemos indicado que Santo Tomás no pudo terminar el tratado de la Penitencia, del que sólo escribió hasta el artículo cuarto de la cuestión 90. Consiguientemente, según su plan trazado, no alcanzó a escribir el tratado de la Unción de los enfermos, que está integrado en el Suplemento.

El Catecismo de la Iglesia Católica adoptando palabras de la LG, 11, dice: "Con la sagrada unción de los enfermos y con la oración de los presbíteros, la Iglesia entera encomienda a los enfermos al Señor sufriente y glorificado para que los alivie y los salve. Incluso los anima a unirse libremente a la pasión y muerte de Cristo, contribuyendo así al bien del pueblo de Dios" (1499).

Cristo invita a sus discípulos a seguirle con su cruz y los quiere asociar a su pasión. Es urgente transmitir esta visión de fe a todos los enfermos, para que aprecien su colaboración al misterio de la redención. Con ello cobran fuerzas y trascienden la enfermedad y el dolor y se hacen corredentores con el Señor, de cuya debilidad y pobreza participan. El curó enfermos para manifestar que era Dios salvador, y confirió el poder de curar a sus discípulos, pero ni El curó a todos, ni tampoco quienes recibieron el carisma de curar. Pero sí oró por todos, y le ha dejado el encargo a su Iglesia de orar y de imponer las manos a los enfermos.

LA ORACION DE LA IGLESIA

La Iglesia, fiel al mandato de su Señor, ora por los enfermos con firme fe en la presencia vivificadora de Jesús, médico de las almas y de los cuerpos y actuante a través de las acciones sacramentales. El sacramento de la Unción de los enfermos tiene como fin especial confortar a los atribulados por la enfermedad. De este sacramento afirma el Concilio de Trento: "Esta sagrada unción de los enfermos ha sido instituida por Cristo como un verdadero y propio sacramento del nuevo testamento, insinuado ciertamente en Marcos y recomendado y promulgado a los fieles por Santiago Apóstol y hermano del Señor. “¿Está -dice- alguien enfermo entre vosotros? Haga llamar a los presbíteros de la Iglesia y oren sobre él, ungiéndole con óleo en el nombre del Señor; y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor le aliviará, y los pecados que hubiere cometido le serán perdonados” (St 5, 14-15). En estas palabras, como lo ha aprendido la Iglesia de una tradición apostólica transmitida de mano en mano, enseña la materia, la forma, el propio ministro y el efecto de este saludable sacramento".

Algunos teólogos anteriores a Trento afirmaban que Cristo encargó a los Apóstoles instituir este sacramento. La doctrina de Santo Tomás, que siempre estuvo en contra de esa corriente, fue proclamada por el Concilio de Trento, como hemos visto.

QUIEN Y CUANDO PUEDE RECIBIR LA SANTA UNCION

El sacramento de la Santa Unción pueden recibirlo los moribundos, accidentados, enfermos y ancianos.

Los moribundos: El sacramento normalmente se administra en enfermedades graves, cuando el enfermo aún es consciente. Pero puede administrarse también en estado de agonía. Los accidentados: Un accidentado grave, aunque se prevea la recuperación de su salud, puede recibir la Unción, para alivio y fortaleza de sus dolencias. Los enfermos: Toda persona con enfermedad notable o con dolencias crónicas, aunque estas no impidan las ocupaciones ordinarias, puede recibir la Unción. Si un niño enferma gravemente, y entiende aunque sea de modo elemental este sacramento, puede recibirlo. Los ancianos: Cuando se pasa la edad de la jubilación y las fuerzas visiblemente se debilitan, aunque no haya especial enfermedad, puede recibirse la Unción de enfermos, signo y gracia del amor del Señor, a las personas debilitadas.

SAGRADO RESPETO A LA VIDA

El sacramento de la Unción nos recuerda el respeto que hemos de tener a la vida, que ha de ser ayudada en los momentos de debilidad con las atenciones, la oración y caridad de los familiares y de la comunidad cristiana. Administrando a tiempo a los enfermos el auxilio de los sacramentos de la Penitencia, de la Unción y del Viático. La Unción de enfermo es una consagración a Dios de la enfermedad y de la muerte. Es una gracia de perdón y salud para los enfermos. Que por otra parte pone de relieve la bendición de los duros trabajos que exige el cuidado de ancianos y enfermos. El amor que supone esta entrega al cuidado del enfermo crea el ambiente más adecuado para la administración de este sacramento.