Más allá de la denuncia: acciones que ya transforman a la sociedad

Autor: Jorge Enrique Mújica 

 

 

La lliberalización del aborto se ha ido extendiendo día con día. Las consecuencias aparentemente no son notorias pero, tan sólo en Europa, según datos del Instituto de Política Familiar, se realiza un aborto cada 25 segundos. Ciertamente hay una desinformación masiva, una adulteración falsaria y un consecuente engaño respecto a los “beneficios” en éste y otros temas en boga promovidos por algunos medios de comunicación y organizaciones gubernamentales y no gubernamentales con intereses precisos. En Enero pasado el New York Times tuvo que admitir haber tergiversado información a favor del aborto. La “errata” la debemos a la presión del prestigioso portal www.LifeSiteNews.com.  

En febrero de este año la presidenta de la Unión Nacional negra Pro-vida de Estados Unidos, Day Gardner, hizo un llamado a la opinión pública ante los más de 1,000 bebés negros que mueren cada día en aquel país (400,000 tan solo el año pasado): “El aborto se ha convertido en el asesino número uno de los negros en este país, más que los accidentes, enfermedades del corazón, ataques, crímenes, SIDA y demás enfermedades combinadas. Lo que me molesta es que somos rápidos para encontrar el racismo en cualquier lugar excepto en el único lugar en el que realmente nos afecta a todos…” 

Pero no todo queda en la manipulación u ocultamiento de lo que es y significa el aborto. Temas como la familia, atentados a las creencias religiosas, difusión de la pornografía, etc., también son objeto de manoceos cotidianas. No nos ponemos trágicos. Gracias a esos ataques manifiestos, creyentes y no creyentes han espabilado y dejado sentir la discrepancia contra lo que algunos quieren imponerles. De un tiempo para acá estamos siendo testigos de un alzarse cada vez  más numeroso de voces comprometidas con la vida y la defensa integral y verdadera del hombre. Sin embargo, así como están las cosas, no parece que eso de levantar la voz sea lo más eficaz a largo plazo so riesgo de quedarnos en lo que la sabiduría popular ha expresado en el famoso refrán “mucho ruido y pocas nueces”. En otras palabras: que hace falta la acción que vaya más allá de la denuncia. Por fortuna ya hay quienes empiezan a dar respuestas en estos y otros campos. 

Familia  

Hace algunas semanas la sociedad italiana dio clara muestra de su sí a la familia, de su apoyo a la institución familia natural compuesta por un hombre y una mujer, con la multitudinaria participación (más de un millón de personas) en el así llamado “Family Day” donde se dieron cita creyentes y no creyentes; católicos, musulmanes y judíos; chicos y grandes; familias pequeñas y numerosas… Entre las organizaciones presentes se encontraban, por ejemplo, la Comunidad de las mujeres marroquíes en Italia, la Consulta Islámica , diversas comunidades judías, representantes del mundo laico, la política, movimientos eclesiales católicos y miembros de otras confesiones cristianas.  

Pro-vida 

Siendo que el aborto es un suceso que la mujer nunca olvida y que, las más de la veces, deja múltiples secuelas que pueden superarse con el diálogo y la ayuda espiritual ha nacido “Project Rachel”, una iniciativa post aborto cuya fundadora, la estadounidense Victoria Thorn , ha puesto en marcha para sanar los corazones de las mujeres que ha padecido uno. La iniciativa vio la luz en 1987 y actualmente ha sido adoptada por más de 150 diócesis en Estados Unidos. Pero el proyecto pretende llegar a más lugares y las invitaciones de diócesis de países como Uganda, Lituania, Ucrania, Nueva Zelanda y Filipinas no se han hecho esperar.  

Las organizaciones pro-vida siguen estando activas. Como informaba hispanidad.com, en febrero pasado múltiples asociaciones agrupadas bajo el nombre Alianza Panameña por la Vida lograron que el artículo 165 del código penal panameño no se alterara en un intento por parte de otros grupos para implantarlo. O ahí está la Terri Schindler Schiavo Foundation nacida en Florida, tras la muerte por inanición de Terri Schiavo, para luchar por los derechos de los no nacidos  y de los pacientes víctimas de la práctica de la eutanasia. Y es que, como declaró Bobby, hermano de Terri: “la cultura de la muerte está amenazando  la vida de personas como mi hermana a través de la eutanasia. Está sucediendo de manera silenciosa cada día en hogares para ancianos, en hospitales en toda la nación. La gente tiene que tomar conciencia de que esto podría afectar también a un  miembro de su familia en cualquier momento”. 

Los web site pro-vida también van teniendo sus frutos. El caso de una adolescente irlandesa ha conmovido recientemente a la opinión pública de aquel país. Tras saber que su hijo nacería con anancefalia decidió abortar pero dado que el aborto no es legal en Irlanda apeló a un tribunal judicial para que le permitiesen ir a Gran Bretaña a hacerlo.  A mediados de mayo el Irish Independent informaba que tras el sí judicial, la adolescente ha desistido. ¿Por qué? Gracias a un  portal de internet pro vida que la hizo cambiar de opinión. ¿Cómo? Ella misma lo cuenta: “He visto fotos de bebés abortados. Yo no quería eso, mi bebé merece vivir y merece más que eso”. 

En el cono sur americano, la agrupación independiente Muévete Chile denunció la manipulación de una encuesta favorable al aborto en la página web del senado. La agrupación monitoreo la adulteración de las cifras que, tan sólo en 50 segundos, registraron 14 votos a favor del aborto siendo que la tendencia siempre había estado a votar en contra. Al final lograron  que se corrigieran los resultados quedando el 74, 54% de los votos a favor del derecho a la vida. 

Liga anticalumnias 

A mediados de abril la misma plataforma, Muévete Chile, puso en marcha una iniciativa para tratar de detener la exhibición de la serie que se burla del Papa, “Popetown”, retransmitida por MTV Latinoamérica. No obstante la gran cantidad de firmas recogidas no lograron su cometido pero han sentado precedente. 

Pero no todo queda ahí. Ante las continuas y gratuitas agresiones a la fe, sobre todo cristiana, ha nacido en Italia la Liga Católica antidifamación, una iniciativa que quiere contestar, independientemente, a la violencia verbal, al vilipendio contra el Papa, a la sátira irreverente, a la provocación y a la falsedad histórica: a ese “querer cancelar la religión que llega a pintarla como enfermedad social”, como ha declarado Pietro Siffi, presidente de la Liga a la que se adhieren incluso agnósticos que reconocen y valoran la contribución del cristianismo en el mundo y, especialmente, en las raíces Europeas. Esta liga italiana está en sintonía con la prestigiosa Liga Católica de Estados Unidos presidida por Hill Donohue y que ha salido al paso de las múltiples calumnias como, entre las últimas, la de la pretendida tumba de Jesús de la cuaresma pasada. 

A últimas fechas, en Suecia –nada menos–, se han publicado en el diario de mayor tiraje, el Svenska Dagnladet, artículos de signo cristiano que intentan contrarrestar la cultura antirreligiosa en temas como eutanasia y aborto y responder al acoso verbal que los cristianos padecen en el reino del norte de Europa. Tras la retirada de las Biblias en las habitaciones de la cadena de hoteles Hilton, un periodista, autor del artículo titulado “Sin Biblia yo no me alojo”, llegó incluso ha romper su tarjeta de cliente privilegiado además de motivar a sus colegas para boicotear a la cadena por su actitud laicista.

Prostitución y pornografía 

La esclavitud sexual es otra de esas graves plagas frente a la cual están dispuestas a luchar otras mujeres, más concretamente las Misioneras de la Consolata. Para la mayor parte de la gente las “mujeres de la calle” son prostitutas. Para la presidenta de la Unión Italiana de Superioras Mayores y religiosa de la Consolata, hermana Eugenia Bonetti, son víctimas de la deshumanización.  

Estas religiosas dejan sus conventos durante la noche para acercarse a esas chicas aun a sabiendas de que corren peligro.  La congregación ha establecido  una red internacional de refugios entre religiosas de varias denominaciones para hacer más efectiva su acción. Y van teniendo sus frutos: “Cuando las chicas nos ven –declara sor Eugenia– saben que pueden confiar en nosotras. Nos ven como madres  y saben que son amadas”. 

En Canadá, en febrero pasado, gracias a la presión de grupos católicos encabezados por el arzobispo de Vancover, Mons. Raymond Roussin, el segundo operador de celulares de Canadá, Telus, decidió retirar el material pornográfico que ofrecía. La presión consistió en amenazar con rescindir los contratos con la empresa. La decisión no fue tomada como una victoria por la parte católica; el mismo arzobispo agradeció públicamente a Telus el que se hubiese retirado el servicio pornográfico.  

Promoción social 

Y es que no se puede negar la realidad. Actualmente los hospitales cristianos son  la vanguardia de la salud en tierras inhóspitas a donde la ayuda humanitaria de organizaciones no confesionales no siempre llega. La Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó hace unos meses un informe sobre la contribución de las organizaciones religiosas a la atención sanitaria. Tan solo en Zambia y Lesotho, donde el SIDA abarca al 23,2% y 17% de la población respectivamente, los hospitales y centros de salud cristianos ofrecen el 40% de los servicios de tratamiento. En el África subsahariana entre el 30% y el 70% de las infraestructuras de salud son gestionadas  por organizaciones confesionales especialmente católicas. 

Los hechos contestan mejor que la palabra. Ciertamente las acciones pueden ser más pero estos ejemplos son motivadores. Eso de no callar cuando se atenta contra el hombre es muy bueno pero, en orden a cortar de raíz, no es lo único ni definitivo. Es hora de pasar de la denuncia a la acción. O lo que es lo mismo: palabra y obra, que será más completo.