Raíces ideológicas de la incultura de la muerte

Autor: Josefa Romo Garlito

 

 

Se empeñan algunos organismos supranacionales, a los que se suman los "progresistas" ( no lo son, se autodenominan ellos), en imponer el aborto al mundo, y luego la eutanasia, ansiosos como están por extender la cultura de la muerte. Como señala Jiménez Lozano (Premio Cervantes), la raíz está en el darwinismo (s. XIX), que considera al hombre como un animal, sin dignidad; también, en la idea maltusiana, de finales del siglo XVIII, en contra de los pobres, cuya muerte anhelan los poderosos para obtener mayores dividendos. Repartir lo mismo entre menos, a más se toca- se dicen- , y el puritano Malthus lo llegó a publicar. Esto y no otra cosa les anima: la ambición de poder y de tener, a lo que se agrega esa errónea creencia puritana de que matar a los pobres no es malo porque, según ellos, el ser pobres es una maldición y están privados de la herencia del Cielo. Jesús se hizo pobre y a ellos les dedica la primera de sus Bienaventuranzas: "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos"; pero también dice: "bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia". ¿ Qué misericordia alcanzarán los que matan a los niños mediante el aborto o practican la eutanasia y los que promueven esas prácticas si no se arrepiente de su maldad fiera? Parece mentira que los hombres que se creen los más inteligentes sean los más obcecados y en inhumanidad superen a las mismas bestias.