Guadalupe, foco espiritual extremeño

Autor: Josefa Romo Garlito

 

 

He leído la carta de un lector dirigida al Obispo electo, hablando del tema de Guadalupe ( 15-7-07).

Comparto el sentimiento de amor de la mayoría de los extremeños por nuestra morenita, la Virgen de Guadalupe; pero la oportunidad del traslado de la parroquia de Guadalupe a Extremadura, ha de verla Roma. Como dijo en una ocasión el cardenal Cañizares, eso "trasciende a Toledo y a Extremadura". En todo caso, la Provincia Eclesiástica de Extremadura se creó en torno al arzobispado de Mérida-Badajoz, y la diócesis a la que pertenecería Guadalupe y otras 32 parroquias toledanas de 12 municipios extremeños, sería la de Plasencia.

Hay algo más relevante que las cuestiones jurisdiccionales diocesanas: que Guadalupe es "un lugar central en la identidad del pueblo extremeño, y la gran importancia es que Guadalupe realmente influya en la idiosincrasia de Extremadura, que sea un foco de espiritualidad y de valores humanos" (Monseñor Francisco Cerro).

El que no siempre haya coincidido la jurisdicción política y la religiosa en un pueblo, no ha supuesto un problema para sus habitantes. El problema de algunos, es de tipo político.

Don Francisco Cerro es una persona de paz, que va a estrenarse como Obispo en su propia tierra. Nadie tiene todas las respuestas en un instante. Es –creo- el momento de unirnos los católicos extremeños con nuestro Prelado. Yo deseo expresarle mi alegría porque vuelve a casa.

Como digo a mis hijos, me encanta que la Virgen de Guadalupe sea la Patrona de Extremadura, así proclamada así por San Pío X. Lo de menos es la cuestión de la diócesis, si debe ser extremeña o toledana por su cercanía a Toledo o por su historia.

El pueblo hospitalario de Guadalupe abre a todos sus puertas y el 8 de septiembre es lugar de reunión de gente de todos los rincones de nuestra tierra.