La Virgen de Guadalupe en el corazón de los extremeños

Autor: Josefa Romo Garlito

 

 

Comparto el sentimiento de amor de la mayoría de los extremeños por la advocación de la Virgen de Guadalupe, nuestra morenita; pero la oportunidad del traslado de la parroquia de Guadalupe a Extremadura, ha de verla Roma. Como dijo en una ocasión el cardenal Cañizares, eso “trasciende a Toledo y a Extremadura”.
En todo caso, la Provincia Eclesiástica de Extremadura se creó en torno al arzobispado de Mérida-Badajoz, y la diócesis a la que pertenecería Guadalupe y otras 32 parroquias de 12 municipios extremeños, sería la de Plasencia, no la de Coria ( libro “La Iglesia en Extremadura”). Hay algo más relevante que las cuestiones jurisdiccionales diocesanas: que Guadalupe
es “un lugar central en la identidad del pueblo extremeño(…), y la gran importancia es que Guadalupe realmente influya en la idiosincrasia de Extremadura, que sea un foco de espiritualidad y de valores humanos” ( Monseñor Francisco Cerro) .
El que no siempre haya coincidido la jurisdicción política y la religiosa de un pueblo, no ha supuesto un problema para los habitantes del lugar. El problema de algunos, es de tipo político. ¿ No habrá un afán de crear división, de incordiar? Don Francisco Cerro es una persona de paz, que va a estrenarse como Obispo en su propia tierra. Nadie tiene todas las respuestas en un instante. Es –creo- el momento de unirnos los católicos extremeños con nuestro Obispo. Yo deseo
expresarle mi alegría porque vuelve a casa. Me encanta ver que los extremeños queremos mucho a nuestra Virgen de Guadalupe, que la sentimos muy nuestra ( son muchas las mujeres extremeñas que llevan su precioso nombre).
Sea cual fuere su jurisdicción eclesiástica, para nosotros la Virgen de Guadalupe es la Patrona de Extremadura, e importa menos si la parroquia pertenece a Plasencia, a Coria, a Badajoz o, por su cercanía, a Toledo. El pueblo hospitalario de Guadalupe, en su fiesta, abre a todos sus puertas.