La Concentración contra el aborto

Autor: Josefa Romo Garlito

 

Coincidiendo con la llegada del AVE por primera vez a la capital del Pisuerga, con la ceremonia catedralicia de los nuevos canónigos y con la lotería nacional, se celebró en Valladolid una masiva Concentración contra el aborto en la Plaza de Fuente Dorada. Su lema: "Ante los atropellos a la vida, no al aborto". Pasó desapercibida en los medios de comunicación, pero eso no le restó importancia: desapercibidos han pasado también hechos trascendentales de la Historia de la Humanidad. Allí había más de quinientas personas. Poco a poco, la Plaza de Fuente Dorada se fue llenando de un público numeroso entre jóvenes, niños y adultos. Era la fiesta de la vida contra el horror del aborto provocado. Los supuestos de despenalización, en especial el de la salud spíquica de la madre, han resultado ser un coladero y han servido para propagar entre algunos la falsa creencia de que el aborto es un derecho de la madre. Para los casos límite, bastan los atenuantes propios de la ley general. La ley del aborto sólo sirve para el reblandecimiento de la conciencia. Se trata de la matanza de un ser humano inocente. La criatura no es parte de la madre como lo son las uñas y el cabello o una muela. Nadie está facultado para torturar al nonato y decretar su muerte. Como en el caso de la esclavitud, aquí sólo cabe la abolición de una ley inicua e hipócrita. El aborto es aberrante, regresivo y antidemocrático. Los poderes públicos deben prestar ayudas a las madres con problemas. ¿Qué debemos hacer los ciudadanos ante la atrocidad del aborto, puesta de relieve estos días por la Prensa? Callar, ¿no es complicidad por omisión?