Cruzada contra la Iglesia

Autor: Josefa Romo Garlito

 

Se habla de una "cruzada fabulosa de la masonería
contra la Iglesia", respaldada por políticos que se
aprovechan así de una especie de subvenciones para su
propaganda. Según el Presidente de una asociación
respetable, los masones "quieren meter a otras
religiones porque ven que es el único procedimiento de
acabar con el Cristianismo". No se han dado cuenta de
que El Cristianismo es un árbol de fuertes y hondas
raíces e ignoran que su fuerza le viene del Espíritu
Santo, contra el que no han podido ni podrán los
tronos ni potestades del infierno ni de la tierra.
Labiano, Presidente de las Hermandades Profesionales
Católicas, tilda a Zapatero de "novato". Felipe
González, con mayor vista, no sólo no hizo frente a la
Iglesia, sino que la ayudó en algunas cosas:
contribuyó a la construcción de la catedral de la
Almudena, entregó íntegro el dinero de su premio
Aquisgrán a Mensajeros de la Paz... A Felipe González
le querían muchos cristianos comprometidos: veían en
él a un hombre respetable, de altura política, sin
vaciedad, al que se podía escuchar muchas veces con
gusto. Felipe González no exasperó a los católicos
como Zapatero, que parece quiere hundirles su aguijón.
Franco previno al general Perón de que no se metiera
contra la Iglesia, que contaba con el apoyo de muchos
países a los que podría necesitar. No sé si el
"humilde" Zapatero habrá sido advertido. Creo que ni
Bono se atreve a darle buen consejo.
Me parece que si los socialistas que gobiernan
tuvieran menos orgullo, mirarían con otros ojos a la
Iglesia católica y se fijarían en su sabia y atractiva
Doctrina Social, tomándola como norte para humanizar
el mundo.