Eutanasia

Autor: Josefa Romo Garlito  

 

 

La eutanasia sale nuevamente a debate con el caso de Inmaculada Echevarría Ramírez, la mujer pamplonica de 51 años, ingresada en hospital de Granada y que sufre distrofia muscular progresiva; afirmó que su vida es "soledad, vacío y opresión", y desea morir. Está conectada a un respirador. Dice De Conno que la eutanasia es “un negocio para las clínicas que la practican, así como para las empresas de seguros y para el servicio sanitario que así se libera del peso de la asistencia a un enfermo que, cuando no es asistido adecuadamente, la única cosa que pide es morir cuanto antes”. ¿No lo será también para familiares con codicia o comodones? Existen casos dramáticos que a todos nos conmueven; pero la vida es patrimonio de la humanidad y hay que evitar con leyes tajantes el peligro que supondría un relativismo moral; tampoco se debe caer en el “encarnizamiento terapéutico”, forzando la naturaleza de modo artificial y desproporcionado más allá de sus límites naturales. Una cosa cabe en las situaciones extremas: el amor de la familia hecho ternura inmensa, el apoyo social (voluntariado), la ayuda estatal y los cuidados paliativos. Pienso que aquí es en donde hay que crear conciencia social. Ninguna vida humana es indigna, aunque a algunos les pueda parecer que la utilidad o el placer están por encima. El ministro francés de Sanidad, J. F. Mattei, lo expresaba así: “Si se autoriza la eutanasia incluso en casos excepcionales, se corre el riesgo de convertirlo en una costumbre; y las costumbres acaban desarrollándose”. Nuestro instinto de conservación es muy fuerte y sólo se reduce con la depresión o con la desesperación. Al deprimido hay que ayudarle y al desesperado darle ánimos. Un estudio del Instituto de Tumores de Milán publicado en 2001 por el diario AVVENIRE, constata que de 900 pacientes seguidos ese año, uno sólo pidió que se le ayudara a morir. Y este único enfermo cambió de idea cuando tuvo cuidados paliativos adecuados que mitigaron su sufrimiento. En Holanda, la eutanasia, según la revista Journal of Medical Ethics, se encuentra “ más allá de todo control eficaz”, y ya ni se pregunta al paciente, como ocurre en el 15 % de los casos según los médicos. “Muchas personas en Holanda tienen miedo de ingresar en un hospital debido a esta situación”. (Michael Howitt Wilson).