Aborto, un fracaso sin paliativos

Autor: Josefa Romo Garlito 

Lo que empezó con 9 abortos después de aprobada la inicua ley en 1985, se ha transformado en una avalancha: 112.138 en 2007. Es el resultado de una ley permisiva con el martirio de inocentes. Como si fuera poco, prevén una ley aún más permisiva, la ley de plazos. ¡Qué triste! En el escenario de las naciones, se ha convertido España en el paraíso del aborto. El aborto clama venganza al Cielo, como la clamaron pueblos antiguos en donde se enseñoreó la injusticia, la crueldad y el sexo contra natura (Sodoma y Gomorra). Dios tiene paciencia y misericordia, pero también es justo. Pisoteamos el quinto mandamiento ( "no matarás"), el sexto ("no fornicarás"), el primero ("amarás a Dios sobre todas las cosas") y todos. Como dijo Monseñor Rouco en la Plaza de Colón el día de los Santos inocentes, los niños abortados "son los nuevos 'Santos Inocentes' de la época contemporánea". ¿Quién está libre de pecado? En el caso del aborto, quizá sean pocos: unos, por acción y otros por omisión. El aborto es el mayor exponente de nuestra degradación moral. Como dijo la Hermana Lucía, vidente de Fátima, extrapola la maldad humana, es obra "del Diablo" y llegará el día en que desaparezca. Eduardo Hertfelder, Presidente del Instituto de Política Familiar, afirmó: el aborto es "el fracaso sin paliativos de un Gobierno que ha abandonado a la mujer". La mayoría de las que abortan son mujeres que se ven en difícil situación personal y social; lo del riego de salud, apenas existe.