En marcha por la Vida

Autor: Josefa Romo Garlito 

El intento de una ley de plazos para el aborto, que ampara a las clínicas abortistas (“abortuarios”), desprotege aún más al niño nonato y no ofrece ayuda verdadera a las madres embarazadas con problemas, despierta grave preocupación en la sociedad, puesta de manifiesto en la gran afluencia de ciudadanos en las Vigilias de Oración por la Vida en distintos puntos de España ( Madrid, Valladolid, Palencia, Cáceres, Salamanca Valencia, Murcia, etc.), y en manifestaciones cívicas a lo largo de nuestra geografía. El movimiento, que se inició en años anteriores en Madrid, Valladolid y Palencia, se intensificará hasta ver abolida la injusta ley del aborto. La catedral de Valladolid se ha visto, en esta ocasión, a rebosar, con más de dos mil personas. Otro tanto ha sucedido en Palencia ( también en la Alemania nazi se celebraron Vigilias de Oración por las matanzas de los nazis, emuladas con el aborto). La causa de las leyes antivida están en la ideología ciega de la cultura de la muerte, en el egoísmo y en el silencio cobarde de “los buenos”. Este año he asistido a las Vigilias por la Vida en Valladolid (día 25) y en Palencia (el 28), presididas, ambas, por el Obispo respectivo. Presentes, las Hermandades de Cofradías. En Palencia, los sacerdotes, representantes de cofradías, miembros de la Asociación Evangelium Vitae y colaboradores, bajaron, al terminar la Santa Misa, a la Cripta de San Antolín (data del siglo VII y contiene los restos del santo mártir) para rezar, con el Obispo, la Oración a la Madre de la Vida, de Juan Pablo II. Mientras, los demás acompañaban junto a la bajada a la cripta. Con respecto al aborto provocado, ya nada podrá ser igual desde ahora.