Rechazo al aborto en la Conferencia de Población y Desarrollo (Cairo+15)

Autor: Josefa Romo Garlito 

Final feliz para la cultura de la vida en la 15 Comisión de de Población y Desarrollo de la ONU (CIPD) celebrada este año en Nueva York y conocida como “Cairo+ 15”.  ¿A quién felicitar?  Algunos países han sido lúcidos y han tenido coraje para desenmascarar la Cultura de la Muerte, que se cuela tras un lenguaje aparentemente positivo. ¿Qué ocurrió? “Las negociaciones entre el 3 y 4 de Abril  duraron hasta la madrugada. Las discusiones se centraron especialmente en cuanto al 'lenguaje' con respecto a las expresiones "derechos y salud sexual y reproductiva" que se ha interpretado tanto por ONGs como por comités de la ONU, para promoción del aborto(…)”. Al final, Irán “objetó la frase”. Dijo que “el término permanecía siendo problemático para un número considerable de delegaciones” y que en la Conferencia de Población y Desarrollo de 1994 (ICPD), punto de partida,  “se entendía que no se crearía ningún derecho al aborto”. Y ahora, ¿el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), seguirá negando las ayudas a los gobiernos que no implanten el aborto? Un desafuero inadmisible.

El aborto fue rechazado como forma de control de la población ya en los albores de esas Conferencias; pero los abortistas, que han conseguido formar parte de la Comisión, siguen aferrados a imponerlo. Como de forma directa y clara no lo consiguen, pues recurren a un lenguaje retorcido, eufemístico, que dice lo que no expresa. Enhorabuena a Irán por haberlos desenmascarado, y a México, Comoras, Perú, Polonia, Irlanda, Chile, La Santa Sede, Malta y Santa Lucia, que secundaron en seguida a Irán. Dijeron claro: esos términos “no podrían ser interpretados para apoyar, respaldar o promover el aborto”. Resulta que a quienes más se les llena la boca con los vocablos libertad, derechos humanos y democracia, no es eso lo que buscan, pues van contra la vida, la libertad, la democracia, la demografía y la economía de los países. El aborto provocado no es salud sexual y reproductiva, sino todo lo contrario: un grave atentado contra la vida humana que  se cobra, en primer lugar, dos víctimas: el niño, al que se quita la vida, y la madre, que sufre las consecuencias psíquicas - a veces incluso físicas- de esa barbarie, como muy bien saben los psiquiatras norteamericanos. Mucho miedo tienen los ricos a los pobres, y por eso se reinventa de nuevo la falacia maltusiana. La Tierra tiene gran capacidad para alimentar a todos, como está probado; pero no todos quieren compartir su riqueza, que ven amenazada, y para ellos lo de menos es el empobrecimiento de los países por la rebaja  demográfica y económica que apareja, asunto a la vista. Sólo los países musulmanes no tienen hoy problemas demográficos.