Dios es para todos
Dios deseado y deseante

Autor: Josefa Romo Garlito 

Al pasar las páginas de un diario, he disfrutado, agradecida, de los versos del poema nº 60 del libro de Juan Ramón Jiménez “ Dios deseado y deseante”. Enseguida cruzaron mi memoria, algunos conversos del siglo XX que, de modo súbito algunos, se encontraron con Dios: el periodista André Frosard; Paul Sartre; Camus; Gramsci; García Morente; Svetlana Stalin, la hija del dictador comunista ruso; la ex -senadora socialista Mercedes Aroz, etc. “Partimos de Dios/ en busca de Dios/ sin saber qué buscamos… ¡Se me está viniendo Dios/ en inminencia de alma!/ Se me está acercando Dios/ en inminencia de amor! ¡Se me está llegando Dios/ en inminencia de Dios/” (Juan Ramón Jiménez).

A Dios no le condicionan los colores ni los credos cuando a un alma se acerca, Él que es Amor y se desvela a quien no le rechaza, a quien camina con espíritu recto aunque esté confundido, a quien busca la verdad y ama la vida de todos, a quien reprime los malos deseos y aparta los malos pensamientos. “Sólo Dios llena el alma…, y la llena toda” – decía el joven beato Rafael - y, como expresó Santa Teresa, “quien a Dios tiene, nada le falta. Sólo Dios basta”. Lástima que algunos busquen la felicidad en donde anida la tristeza y la amargura y no se acerquen a beber del pozo de amor que da la paz y el consuelo: Dios.