Navidad. El corazón ocupado

Autor: Josefa Romo Garlito  

 

 

¿ Quién no celebra en España la Navidad? Por mucho que quieran algunos alejarla, muy bien sabemos todos que el 24 y 25 de diciembre celebramos a alguien, a Jesús de Nazaret, nacido en Belén. Es el Hijo de Dios.
El laicismo ni puede ni podrá contra esto. La Fe se ha hecho cultura y no es fácil desterrarla de la vida de los hombres.
Un Niño nos ha nacido en Belén, y la Esperanza se ha derramado sobre la Tierra. Quien cree, puede exclamar con el profeta Simeón: “Ahora puedo morir tranquilo, pues mis ojos han visto al Salvador”. Navidad es Dios con nosotros. Él consuela nuestro corazón herido y fortalece nuestra debilidad. Nadie teme a un Niño, y Dios se hace Niño para que el temor no apague el amor.
Contemplamos a María con su hijo nacido en una gruta porque”no había para ellos sitio en el mesón”. ¿Hay espacio en nosotros para ese Niño, o tenemos nuestro interior ocupado? Nos desbordan las preocupaciones y afanes, y no atendemos a lo esencial y permanente: el
Amor de Dios que nos pide permiso para asentarse en nosotros. Con el poeta, repetimos: “ mañana le abriremos, para lo mismo responder mañana” ( Lope de Vega) .