Octubre 2010. El Rosario, en auge

Autor: Josefa Romo Garlito  

 

 

Desde León XIII (s. XIX), octubre es el mes dedicado al Rosario, predicado por Santo Domingo de Guzmán después de que la Virgen le dijera: “Domingo, siembras mucho y riegas poco”, y le recomendara este rezo para el fruto de sus predicaciones. Hoy, entre los católicos, está en auge. Después de la Santa Misa, es la oración más agradable a Dios, y tiene la virtud de unir a quienes se juntan para rezarlo. A muchos jóvenes les gusta lucirlo al cuello y llevarlo en el coche para que el Señor los proteja. La Virgen lo ha aconsejado en todas sus apariciones (Lourdes, Fátima …). El Beato Juan XXIII, “el Papa Bueno”, rezaba cada día las tres partes ( los 15 misterios). Juan Pablo II, el Papa Grande, dijo que era su “oración predilecta” y le añadió los misterios luminosos. También Benedicto XVI es gran devoto del Rosario, que une la oración vocal y la oración mental (mientras se dice la oración de alabanza y súplica se piensa en los misterios de la vida del Señor), poniendo el alma en conexión con la Virgen María, Mediadora de todas las gracias. Esta oración tan sencilla apacigua el espíritu, siembra esperanza y consigue del Señor lo que le pedimos con fe y amor. Hay que rezarlo con el corazón, evitando, así, la rutina.