La Eucaristía

Autor: Josefa Romo Garlito

 

 

¿Podríamos hablar de moda de la Eucaristía? La verdad es que existe desde la Santa Cena, víspera del ofrecimiento de Jesús en la Cruz, que se repite de modo incruento cada vez que se celebra la Santa Misa.
El Papa tan querido Juan Pablo II, instauró el “Año de la Eucaristía”, que finalizó en octubre. ¡Qué gran regalo de despedida, que muchos han sabido aprovechar y ganar cuantiosas indulgencias plenarias en la adoración al Santísimo Sacramento, expuesto “ad hoc” en bastantes iglesias ! El que no se exponga en todas, me pregunto si tiene como causa, el abandono de los fieles o la negligencia o pasotismo de algunos presbíteros. ¡Con cuánta devoción se ve a tantos cristianos ante el Sagrario allí en donde el sacerdote tiene la delicadeza de exponerlo! En algunas parroquias, la exposición ha sido diaria y la mayor parte del día; en otras, se sigue haciendo los jueves. Me ha llamado la atención, no encontrar, en las que he visitado, nunca al Señor sólo.
El sacerdocio, ¿no tiene sentido, sobre todo, desde la Eucaristía y para la Eucaristía? Da la impresión de que algunos curas lo son sólo “de mesa y misa” ( esto último, por oficio más que por vocación): ni horas eucarísticas ni tiempo dedicado a las confesiones...Cuando termina la celebración, los hay que salen “a botasilla” de la iglesia, que permanece cerrada veintitrés horas.
¡ Qué lástima! Entre la poca devoción de algunos presbíteros, la escasez de su celo apostólico y de espíritu de sacrificio y la excusa de los robos, en la mayor parte de los templos de pueblos y ciudades, se priva a los fieles de horas deliciosas y fecundas ante Jesús sacramentado: momentos de amor, de luz, de consuelo... ¿No tendría razón aquel párroco extremeño que llamaba “solterones empedernidos” a los curas que no saben estar con el Señor? ¿No será éste, el motivo principal de la crisis espiritual de sacerdotes y de la poca fe de algunos feligreses? ¿No deberemos apoyarles con nuestra oración y ejemplo? ¿Por qué no los ponemos en nuestra intención particular, al menos los jueves, pidiendo también el aumento de las vocaciones? Los necesitamos, y de su santidad depende mucho la nuestra.