Respetar los símbolos de la fe

Autor: Josefa Romo Garlito

 

 

Ha sembrado alarma la decisión de la Junta de Andalucía de retirar los crucifijos del aula. A mí no me han asustado, pues conozco casos de Colegios de Castilla en que han hecho lo mismo y de otros en que lo han intentado sin éxito por la unión de los creyentes.
Una profesora que no pudo evitarlo (la discriminaron), se colgó un discreto crucifijo al cuello.

¿No se incumple la regla cuando se retiran los símbolos religiosos, pues la Constitución dice claramente que el Estado será respetuoso con todas las confesiones y que colaborará con ellas, mencionando expresamente la católica por ser mayoritaria?

Quienes discriminan a profesores o alumnos por motivo religioso o retiran crucifijos, atentan contra la Constitución. Hoy es necesaria la unión de los católicos, no dejar solo a ninguno ni creer patrañas que tienen como fin desprestigiar al que sobresale en su fe para arrinconar la religión. Recuerdo las palabras de Jesús en el Evangelio: “A quien me confiesa delante de los hombres, Yo le confesaré a él delante de mi Padre y de los ángeles de Dios”, y lo contrario para quienes se avergüencen de Él y de sus palabras. Retirar los crucifijos, ¿es seña de identidad socialista? Ni mucho menos, sino de intolerancia laicista, propia de caraduras que quieren imponer una ideología aprovechando su estatus político o profesional. La democracia para ellos es una excusa para llegar al poder y ejercer la tiranía laicista. En Italia han sabido responderles que el Crucifijo es un símbolo de la cultura de aquel país, que recuerda, a todos, valores positivos. ¿No debe ser aquí igual? Ante esas injusticias hay que responder con resistencia.