Voz del Papa.

¿Es válido representar a Cristo?
Autor: Padre José Martínez Colín
 

 

1) Para saber 

El Papa Benedicto XVI ha dedicado los últimos miércoles, en la tradicional catequesis, a los escritores del primer milenio del cristianismo. Ahora le correspondió al Patriarca Germán del siglo VIII.

El Patriarca Germán de Constantinopla, que fue uno de los grandes defensores de las imágenes sagradas, se enfrentó al Emperador cuando éste quiso destruir todas las imágenes santas, llamándose a estas luchas: “iconoclastas”.

Cuenta el Papa que cuando la ciudad de Constantinopla sufrió un peligrosísimo asedio por parte de los sarracenos, el Patriarca Germán organizó una solemne procesión en la ciudad con la imagen de la Madre de Dios, la Theotokos, y de la reliquia de la Santa Cruz, para invocar su ayuda. Y en efecto, Constantinopla fue liberada del asedio. Germán se convenció de que la intervención de Dios debía considerarse una aprobación evidente de la piedad hacia las santas imágenes.

Debido al amor de Germán por las imágenes el emperador lo obligó a dimitir como Patriarca y fue exiliado donde murió olvidado por todos. Sin embargo, años más tarde, en el Segundo Concilio de Nicea (787), se reconocieron sus méritos. 

2) Para pensar 

Sobre la importancia de asistir a las celebraciones litúrgicas y, entre ellas, la de la Santa Misa, se cuenta una anécdota ilustrativa.

Sucede que un asiduo asistente a la Iglesia le escribió al editor de un periódico quejándose que no tenía sentido ir a la Iglesia todos los domingos. Y argumentaba: “He ido durante 30 años y durante ese tiempo habré escuchado como 3.000 sermones. Pero juro que no recuerdo ni uno sólo de ellos. Por eso pienso que estoy perdiendo mi tiempo, y los sacerdotes también dando sermones”.

Así empezó una controversia en la columna de “Cartas al Editor”, que continuó por varias semanas hasta que alguien escribió: “Ya llevo casado 30 años. Durante todo ese tiempo mi esposa debe haber preparado 32.000 comidas, y juro por mi vida que no me acuerdo de ni un solo menú. Pero sí sé esto: Todas me alimentaron y me dieron la fuerza que necesitaba para hacer mi trabajo. Si mi esposa no me las hubiera preparado, estaría físicamente muerto el día de hoy. ¡De la misma manera, si no hubiese ido a la Iglesia para alimentarme, estaría espiritualmente muerto en la actualidad!” 

3) Para vivir 

El Patriarca Germán cuidaba mucho la liturgia y afirmaba: "La Iglesia es templo de Dios, espacio sagrado, casa de oración, cuerpo de Cristo... Es el cielo en la tierra... Dentro de ella se encuentran aquellas verdaderas y auténticas perlas preciosas que son los dogmas divinos de la enseñanza ofrecida directamente por el Señor a sus discípulos".

Concluía el Papa que hay una cierta visibilidad de Dios en el mundo que debemos aprender a percibir. Y aunque Dios había prohibido en el Decálogo hacer imágenes suyas, esto era para que no se cayera en la idolatría. Sin embargo, cuando Dios se hizo visible en Cristo, mediante la encarnación, ya permitió reproducir el rostro de Cristo. Las imágenes santas nos enseñan a ver a Dios en el rostro de Cristo y también en el rostro de los santos, en el rostro de todos los hombres en los que resplandece la santidad de Dios.