Saber escoger lo que vemos y oímos
Responsabilidad ante los medios

Autor: Padre José Martínez Colín

 

 

1) Para saber


Hace unas saber semanas, el Papa Benedicto XVI hizo referencia a su Mensaje para la jornada de las comunicaciones sociales. Y señalaba el gran influjo que tienen los medios de comunicación sobre todo en los niños y en los jóvenes. El Papa, afirmaba que su preocupación es la misma que tiene un padre o una madre respecto a sus hijos, o a la de un profesor respecto a sus alumnos. Esa preocupación hemos de compartirla y no desentendernos del problema, si no puede suceder lo que le pasó al ratón del siguiente cuento.
Había un ratón, que mirando por un agujero en la pared vio a un granjero y a su esposa abriendo un paquete. Pensó, qué tipo de comida podía haber allí. Quedó aterrorizado cuando descubrió que era una trampa para ratones. Fue corriendo al patio de la granja a advertir a todos: -"¡Hay una ratonera en la casa, una ratonera en la casa!" La gallina, que estaba cacareando y escarbando, levantó la cabeza y dijo: -"Discúlpeme Sr. Ratón, yo entiendo que es un gran problema para usted, más no me perjudica en nada, no me incomoda." El ratón fue entonces hasta el cordero y le dice: -"Hay una ratonera en la casa, una ratonera!" -"Discúlpeme Sr. Ratón, mas no hay nada que yo pueda hacer, solamente pedir por usted. Quédese tranquilo que será recordado en mis oraciones." El ratón se dirigió entonces a la vaca, y la vaca le dijo: -"Pero ¿acaso, estoy en peligro? Pienso que no". Entonces el ratón volvió a la casa, preocupado y abatido, para encarar a la ratonera del granjero.
Aquella noche se oyó un gran barullo, como el de una ratonera atrapando su víctima. La mujer del granjero corrió para ver lo que había atrapado. En la oscuridad, ella no vio que la ratonera atrapó la cola de una serpiente venenosa. La serpiente picó a la mujer. El granjero la llevó inmediatamente al hospital. Ella volvió con fiebre.
Todo el mundo sabe que para alimentar alguien con fiebre, nada mejor que una sopa. El granjero agarró su cuchillo y fue a buscar el ingrediente principal: la gallina. Como la enfermedad de la mujer continuaba, los amigos y vecinos fueron a visitarla. Para alimentarlos, el granjero mató el cordero. La mujer no mejoró y acabó muriendo. El granjero entonces vendió la vaca al matadero para cubrir los gastos del funeral.
Moraleja: La próxima vez que escuches que alguien tiene un problema, antes de desentenderte, piénsalo dos veces.

2) Para pensar

 

El Papa señalaba un triple criterio para evaluar si lo que se recibe es benéfico o no a la persona: “Es grave la responsabilidad de introducir y educar a los niños y a los jóvenes en la belleza, la verdad y en la bondad”.
Habría que preguntarse entonces: lo que veo ¿es bello? ¿es verdadero? ¿es bueno?
Hay que observar si se promueve la dignidad humana, el valor del matrimonio y de la familia. Es muy común hoy en día que se presenten errores como algo bueno y verdadero. Por ejemplo, hay programas que ponen como algo bueno el divorcio, siendo que un matrimonio es indisoluble, es decir, no permite el rompimiento. Otro ejemplo, desgraciadamente demasiado común, es el de presentar a la mujer como “un objeto sexual”, siendo que ello atenta a su dignidad, pues la mujer no es una cosa, sino una persona y por ello no se le puede “utilizar” de esa manera. Un programa o comercial que presente así a la mujer, no es verdadero ni bueno.

3) Para vivir


Evidentemente no es malo todo lo que se transmite. Hay, como señala el Papa, muchos productos de esos medios que han beneficiado a la civilización. Sin embargo, es evidente el gran crecimiento que han tenido últimamente los productos que atentan contra la dignidad de la persona.
Pero no pensemos que el espectador nada puede hacer. Al contrario, su opinión a veces es determinante para aquellos que toman las decisiones. Hay que empezar por no ceder. No aceptar lo que no es digno. También se puede manifestar la opinión personal ante los responsables o en los mismos medios como el radio o el periódico. Actualmente es más sencillo hacerla llegar mediante el teléfono o el Internet. Lo que no es válido, es no hacer nada. No vaya a pasarnos como a los animales de la granja.