Cosas de casados (I)

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

¿Cuántas parejas de casados habrá en el mundo? Y si embargo, no todo está escrito ni tampoco se deja de aprender en esta materia. Por eso conviene recordar algunos principios fundamentales comenzando por el fundamental: el amor.
El amor entre los cónyuges es un deber, es un requisito, es una condición indispensable para formar y mantener un matrimonio. El amor es una realidad, no es un sueño, es algo tangible que existe y que se manifiesta con obras, no con buenos deseos. El amor se realiza en una persona concreta, con sus virtudes y sus defectos. ¡Cuánto daño hace el idealizar al esposo o a la esposa! Las hadas sólo existen en los cuentos y las modelos en las revistas, pero el resto de los mortales son regordetes, medio gruñones y perezosos.
2° El amor es un éxtasis. Éxtasis significa salir, es decir, dejarse a sí mismo para ocuparse del otro. Amar es adoptar una postura de dar, no de recibir.
3° El amor es libre. Decía Pascal: “El corazón tiene razones, que la razón no sabe”. El amor no mide, no lleva cuentas, no calcula, sino que se complace en dar. Y el ser libre lo hace siempre nuevo, ingenioso, innovador, creativo. El amor siempre encuentra mil formas diversas de decir lo mismo. El amor no se impone, se conquista.