Cosas de casados (III)

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

Ultimo elemento que ayuda al crecimiento constante de la pareja en todas las etapas de la vida es: el diálogo.
Lo contrario del amor no es el odio, sino la indiferencia. Esto es lo que mata el amor. ¿cómo se combate la indiferencia? Con el diálogo. El diálogo es fundamental, para ello evitar poner como pretexto la falta de tiempo. “No es tiempo lo que falta, sino que somos nosotros los que faltamos”. Este diálogo tiene que ser humilde, por lo cual evitar discutir y aprender a escuchar y comprender. El diálogo tiene que ser agradable, no poner cara de riñón. ¿quién va a querer compartir con una persona que tiene siempre cara de amargado? El diálogo debe ser positivo. Hay que aprender a verlo todo con buenos ojos y no con pesimismo. Aprender a no introducir en casa los problemas del trabajo o peor aún, los problemas ajenos. No quieras desquitarte con tu esposa por lo que te hizo tu jefe o con tu marido por las querellas con las vecinas. Evitar hablar siempre de lo mismo, no parecer disco rayado... hay que dejar siempre espacio para hablar de ustedes mismos, de hacerse la vida simpática, amena, cálida, llena de detalles, de sorpresas, de amor y de ternura, qué sé yo, lo que se te ocurra menos problemas.