Cuánto tienes, cuánto vales

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

“Me llamo Luis Alberto y tengo 25 años. En todo este tiempo puedo decir que he vivido de todo. -¿De todo?- Sí, de todo. Y es que en una búsqueda de la felicidad he tenido que pasar por diversas y variadas experiencias. Desde que nací he tomado como principio de vida aquel refrán que dice: Cuánto tienes, cuánto vales; nada tienes, nada vales. Era tanto mi deseo de poseer, de tener, que cuando entré a la universidad comencé a hacer inversiones en el campo de los negocios con un amigo. Esos años, con tal de ganar dinero lo sacrifiqué todo: tiempo, diversión, novia, amigos, viajes para sacar adelante mis negocios. Estaba metido en esto cuando un día tuve un accidente de moto que me llevó hasta las puertas de la muerte. Fue entonces cuando me di cuenta de que tenía las manos vacías. De que en realidad nada de lo que había hecho valía la pena. Buscaba a toda costa la felicidad y no la tenía. Saliendo del hospital fue a una casa de huérfanos para compartir con esos niños unos caramelos. El cariño y la ternura de esos pequeños me hicieron experimentar lo que tanto había deseado. Allí fue donde descubrí que la felicidad está dar amor y eso no cuesta dinero”.