Dulce tentación

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

El Papa Benedicto nos ha obsequiado su primer libro titulado “Jesús de Nazaret”. Una obra digna de ser leída por todos, no sólo por los católicos, pues como siempre sucede, los Papas ofrecen principios morales de alcance universal. En el capítulo sobre las tentaciones de Jesús en el desierto aborda el problema social. Nos enseña que la gran tentación del hombre es quitar a Dios de la vida de los pueblos. Se busca establecer un orden mundial sin Dios contando con las únicas fuerzas materiales, políticas o económicas. La tentación marxista de establecer el cielo en la tierra. La tentación de querer procurar pan y poder a los pueblos y quitar a Dios como si de algo inútil se tratara. Para que el hombre crea en Dios, Dios tiene que darle de comer primero y entonces creerá en El. Sin embargo, Jesús da de comer únicamente a las personas que le fueron a buscar primero, no antes. ¿Por qué? Porque del encuentro con Dios nace la apertura del corazón hacia las necesidades del prójimo. El escuchar a Dios nos conduce al descubrimiento del otro. El pan llegará por la conversión del corazón. No se puede gobernar la historia con meras estructuras materiales prescindiendo de Dios. Si el corazón de hombre no cambia, entonces nada podrá resultar bueno.