Eso es amor

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

Esta semana me he encontrado con otro ramalazo de humanismo francamente sorprendente. Resulta que en una casa de atención para enfermos hay una señora que padece un avanzado alzheimer al punto de que ya no reconoce a nadie de la familia. Vive prácticamente aislada, excepto de 5 a 7 de la tarde, cuando su esposo acude a visitarla desde hace diez años. Le habla, le hace gestos, la acaricia, la toma de la mano, le vuelve a repetir que él es su esposo y que la quiere mucho. Con un poco de humor comenta que todos los días se vuelven a conocer como si fuera la primera vez. De pronto, uno de los amigos le sugiere dejarla, darle nuevo cauce a su vida, no quedarse anclado en los recuerdos del pasado puesto que ella no sabe quién es él. La respuesta del esposo fue inmediata: “ella no sabe quién soy yo, pero yo sí sé quién es ella”. El silencio se impuso de golpe y un sentimiento de profundo respeto por aquél hombre nos invadió a todos. Ahora que vuelvo con la imaginación hasta el cuarto de la enferma, contemplo a la pareja mirándose a los ojos, ella huraña y desconfiada, él paciente y cariñoso. ¡Qué misteriosa es la fuerza del amor!