La mejor de las terapias

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

El descanso es una necesidad, no sólo física, sino sobre todo psíquica. Los problemas, las dificultades, las necesitamos compartir, sacar fuera, desahogarnos para poder sentirnos aliviados. Hay distintas formas de procurarse este descanso: unos hacen deporte, otros van al psicólogo, otros se refugian en el juego, otros bailan, parrandean, pero finalmente la vida sigue y hay que afrontarla como viene. No olvidemos de que existe una terapia sumamente eficaz que se llama: la oración. Entrar en nosotros mismos en el silencio del alma. Retirarnos del bullicio de los sentidos para recuperar el recogimiento. Dirigir la mirada hacia nuestro interior y hacia lo alto, para que Dios toque nuestra alma y nos llene de su paz. La oración es una acción muy sencilla, pues basta con elevar el corazón al cielo sabiendo que Dios siempre nos escucha, pero hay que hacerla. La oración la necesitamos todos, niños y adultos, mujeres y hombres, sobre todo los hombres. La oración es ordenadora, por lo cual te libra del activismo y te enseña a verlo todo desde la eternidad, salvándote de absolutizar cualquier criatura. Ella nos recuerda que vamos de paso hacia la casa del Padre Celestial. En www.es.catholic.net encontrarías unos talleres de oración que te pueden ayudar.