La mitad de una mariposa

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

Este es segundo título de la trilogía que el escritor Jaime Campmany escribió hace unos años. En el entramado fuertemente escandaloso que vive cada uno de sus personajes, no podría faltar el polémico papel del homosexual. Esta execrable lacra que va carcomiendo los tejidos sanos de la humanidad y que lucha denodadamente por ubicarse en la sociedad con derechos y reconocimientos propios. El autor, aunque liberal en extremo, pernicioso en su tema, va desarrollando el drama de quien se aventura por el sendero de lo que constituye el pecado “contra natura”. Campmany se introduce lo más profundamente en el corazón y en la psicología de sus personajes y desde allí lanza voces de la angustia, la desesperación, la insatisfacción, la frustración de quienes viven estas experiencias. Seres incompletos como él describe, que no llegan a ser ni hombre, ni mariposa. Callejones sin salidas diversas al suicidio. Laberintos de los cuales sólo se puede esperar una mayor perdición. ¿Qué hacer entonces? ¿Acabar con ellos? Con ellos no, pero sí con el pecado. Adquirir ciudadanía sublevando las tendencias y no cediendo a ellas ni peor aún justificándolas. Salvar al pecador, pero aniquilando al pecado.