Mi amigo, el “drogui”

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

He salido de casa para dar una vuelta. Al internarme por una callejuela, uno de esos “droguis” se me acerca. Pese a su lastimoso aspecto ha sido muy cortés. Incluso me dijo: ¡Hola persona! Nadie hasta ese momento me había “apodado” persona. ¿Persona? ¡Vaya saludo! Me ha dejado perplejo. Apenas pronunciadas esas palabras ha seguido su camino. Menciono el hecho porque hoy en día hay quienes afirman que hay seres humanos, pero no personas. Que hay pre-embriones, y no embriones. Y esto es grave, ¡es gravísimo! Te doy un botón de muestra. Resulta que un tal Engelhardt escribió en su manual de Bioética unos piropos a la dignidad de la persona: “No todos los seres humanos son personas. Los fetos, los infantes, los retrasados mentales y los que están en estado de coma graves no son personas sino miembros de la especie humana”. ¡Listo! Entonces resulta que a la señora María que ya está en el quinto mes si me la encuentro por la calle ¿qué le digo? Bueno días, señora María, ¿cómo está su fetito? Lo que usted lleve en su seno no es persona ¿sabe? Algo realmente ridículo. Fetos, locos, enfermos terminales... no dejéis que os arrebaten vuestra dignidad. No permitáis que os interrumpan la existencia con el sofisma de ofrecer algo ventajoso para la sociedad.