Piénsalo

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

Si quieres poner en apuros a una persona normal y corriente, lánzale esta pregunta: ¿Qué piensas sobre...? “... no lo sé...; de pronto...; he escuchado que....” ¡Bah!, tendría que pensarlo. ¡Claro que tendrías que pensarlo! La pregunta resulta embarazosa porque hoy en día eso de pensar no está de moda. A veces nuestra vida se identifica con las prisas, el movimiento, la música, el internet, el ruido y más ruido. ¡Pobres mentes! Y mira que no nos faltan buenos momentos para detenernos con calma a pensar.
¿Y cuándo pienso? –preguntará alguno-. Hay oportunidades maravillosas para hacerlo. Aprovecha los espacios de silencio y soledad. Cuando caminas solo por la calle, cuando miras a las montañas y contemplas las maravillas de la naturaleza. El otro día asistí a la conferencia de un economista de fama internacional. Al final del evento me acerqué y le pregunté en dónde estaba la clave de su éxito. El me sonrió y me dijo: -lo único que yo hago y por lo cual me pagan tanto dinero es por pensar-. ¿A dónde vamos a llegar si somos marionetas de la irreflexión, si vivimos como robots, como peces en el agua, sin pensar, ni juzgar? PIÉNSALO.