¿Qué hay de la noche?

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

El año nuevo nos brinda la oportunidad para hacer un alto en el camino y dedicar unos minutos para examinar qué estamos haciendo con nuestra vida. Recordamos ante todo, a los seres queridos que ya han muerto. Repasamos sus nombres con la mente, conscientes de que algún día pasaremos a formar parte de ellos. “Centinela, ¿qué hay de la noche?” (Is. 21,11) En el interior de nuestra alma percibimos el eco, aún lejano, de la voz del juez que un día nos interrogará por nuestros actos. Todos tenemos que responder por sí mismos, sin abogados, sin testigos, sin excusas ni pretextos. Llevas en tus manos únicamente las buenas obras. Allí no cuentan las intenciones ni los buenos deseos. ¿Qué hay de tu vida? Puesto que no te pertenece. No vale conformarse con decir que no has matado, ni has robado. ¡Como si los diez mandamientos se hubieran reducido a estos dos! Al atardecer de la vida, me examinarán del amor: si ofrecí mi pan al hambriento, si al sediento di de beber, si mis manos fueron tus manos, si en mi hogar te supe acoger. Si los padres supieron amar a sus hijos y los hijos a sus padres. ¡Qué terrible sería llegar con las manos vacías!