¡Qué locura!

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

Chesterton, en su libro Ortodoxia, define magistralmente la locura: “El loco no es el hombre que ha perdido la razón. Loco es el hombre que ha perdido todo, menos la razón”. Y es que las explicaciones que un loco da sobre algo son completas y con frecuencia, en un sentido estrictamente racional, hasta son satisfactorias. El loco se mueve siempre dentro del cerco de su propio mundo en el cual no caben el sentido común, el buen humor, los errores, la escucha y el reconocer que los otros también tienen parte de la razón. El loco está encerrado en la pulcra y lúcida prisión de una sola idea. El hombre cuerdo, por el contrario, sabe que tiene un poco de santo y de malo; un poco de razón y de error. Es más, el sano es el que reconoce que tiene algo de loco. El loco se revuelve en sus ideas lo mismo que una mosca en una telaraña. ¿Acaso no es una locura querer justificar el aborto y no reconocer cómo en el seno materno crece y se desarrolla una nueva vida? ¿No es una locura matar o perseguir invocando el nombre de Dios? ¿Acaso no es una locura darle a las uniones de hecho el estatuto de familia? ¿Cómo hacer para recobrar el tan apreciado sentido común?