Tuve un sueño

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

“He soñado en que un día mis cuatro hijos vivirán en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel, sino por el valor de sus personas”. El sueño de Martin Luther King (1929-1968). Un ideal que le costó la vida. En 1955 se extendía por el sur de los Estados Unidos una campaña de reconocimiento de los derechos básicos para la gente de color. Recuerdo vivo de Gandhi que moría siete años antes después de predicar el camino de la “no violencia”. Siendo niño, el pequeño Martin había aprendido que en el cielo no existen diferencias, pues todos son iguales a los ojos de Dios. De grande se dio cuenta de que sí había discriminación para la gente de color. Pero en lugar de permitir el odio, trabajó por abolir el racismo, y en 1963 reunió en Washington a 250,000 hombres a favor de una nueva legislación. Fue entonces cuando pronunció su famoso discurso “I had a dream” (He tenido un sueño) Toda una sinfonía de amor a la humanidad. Y hoy que vemos tantos enfrentamientos de culturas, de religiones, de pueblos, no está mal recordar a estos gigantes del humanismo. Hoy no será el racismo, pero sí el fundamentalismo en cualquiera de su formas.