Con ojos de enamorado

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

El amor es ciego, pero el matrimonio devuelve la vista”, ironizan algunos. ¿Quién dijo que el amor es ciego? ¡Mentira! El único que sabe ver bien es el amor. La mirada que ama es siempre una mirada fascinante y atractiva, capaz de experimentar estupor y sobresalto.  Es una mirada que descubre aquellos valores que los demás no alcanzan a percibir. No es lo mismo ver que contemplar. Miramos con los ojos, pero cuando se ama se contempla con el corazón.  Sólo el que ama es capaz de salir de sí mismo para interesarse por el otro. ¿Por qué de repente un muchacho se enamora de una chica? Porque ve en ella aspectos maravillosos que la hacen distinta a las demás. Para el resto no pasará de ser una más, para su novio es única e incomparable. Viene a ser como esa perla preciosa por la cual vale la pena dejarlo todo para conquistarla.  Miren cómo para una madre su hijo será siempre hermoso, porque lo contempla con ojos de amor. Y lo mismo sucede con las realidades espirituales, un corazón que ama será entusiasta y agradecido porque sabe descubrir la presencia de Dios en todas las cosas.