Responsabilidad histórica

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

De las películas para niños considero que Kung-fu Panda es extraordinaria por los chispazos de humor, la trama, y la velocidad de ejecución. Se puede sacar muchas lecciones para nuestra vida como el saber confiar en los súbditos. Sin embargo propaga un error filosófico y antropológico muy grave pues sostiene que el determinismo es lo que condiciona la vida de los personajes. No importa cuánto te esmeres o luches, al final se realizará lo que está determinado por el destino.  Estaba escrito que el oso fuera el gran guerrero y no otro. El error está en que la historia no es un recorrido de sucesos necesarios. Dios nos hizo libres y esto significa que somos capaces de intervenir en la historia en mayor o menor medida, pero sí la cambiamos. Nosotros somos los protagonistas de este pedazo de historia y nos corresponde decidir qué hacer con el tiempo que tenemos entre manos.

Mucho se habla de responsabilidad civil, social, familiar, pero creo oportuno hablar de responsabilidad histórica. Ante los hechos se puede intervenir sin quedarnos en quejas estériles que de nada sirven. El mundo es tan mío como tuyo. No puedo permitir una actitud pasiva.